Su nombre no aparece en ninguna de las contiendas electorales al Senado, a la Cámara de Representantes ni a Gobernador, pero los ciudadanos de Estados Unidos que concurren a votar este martes en las elecciones de mitad de período tienen en su pensamiento y decisión de voto al presidente Donald Trump, sus políticas, los logros que ha alcanzado, los errores que ha cometido y su inusual estilo de ejercer el gobierno.
Por consiguiente, el martes, los Partidos Republicano y Demócrata, en un tiempo en el que Estados Unidos sufre una profunda división, van por el segundo gran premio político después de la Presidencia que es conquistar la mayoría en las dos ramas del Congreso, lo que significa —si triunfan los republicanos— abrir el camino para que el presidente Trump pueda impulsar sus políticas y proyectos de ley sin obstáculos y se facilite su camino hacia la reelección en 2020 o —en caso de una victoria demócrata— levantar una suerte de muro de contención política para frenar las propuestas del polémico mandatario.
En un país —como ocurre en la mayor parte del mundo desarrollado— donde no existen listas, sino que la lucha por las bancas legislativas se libra en competencias entre un candidato por partido, el Republicano intenta mantener la mayoría en el Senado —en la actualidad tiene 51 bancas contra 49 del Partido Demócrata, incluyendo dos legisladores independientes que votan con esa fuerza política— y también en la Cámara de Representantes, donde ahora cuenta con 240 legisladores contra 195 de la oposición.
Son dos escenarios diferentes, debido a que en el Senado solo se renuevan 35 bancas, mientras en Diputados se elige a los 435 integrantes. Los senadores son por un periodo de seis años mientras el mandato de los diputados es de dos años.
El Senado se compone de 100 miembros, a razón de dos por cada Estado. De las 35 bancas que se renuevan el martes, solo nueve están en manos de los republicanos y 26 de los demócratas. Por tanto, para quitarle la mayoría a los republicanos, el Partido Demócrata no solo debe retener las 26 bancas, sino también arrebatarle dos a los republicanos. Dicho así, parece sencillo, pero en realidad, no lo es. Algunas bancas republicanas parecieron estar en riesgo, como es el caso de la del senador Ted Cruz, de Texas, pero en la última semana, las encuestas mostraron que vuelve a liderar. Asimismo, peligró la de Martha Blackburn, en Tennessee. Las últimas encuestas señalan una intención de voto de 51,6% para Blackburn, lo que le asegura la reelección, y de 45,3% para su rival demócrata Phil Bredesen.
En Arizona, en cambio, la contienda es voto a voto. Kyrsten Sinema, una joven figura en ascenso en filas demócratas lidera por un punto sobre Martha McSally del Partido Republicano.
Hay muchos escenarios más, pero en términos generales se estima que las elecciones mencionadas, así como las de Florida, Missouri, Indiana, Virginia Occidental, Montana y Wisconsin —son bancas en poder de los demócratas— resultan decisivas para adjudicar la mayoría en el Senado.
En la Cámara de Representantes, los analistas políticos coinciden en señalar que solo unas 50 de las 435 bancas pueden cambiar de partido en estos comicios. Un partido se asegura la mayoría con 218 bancas. Para cumplir su meta de lograr la mayoría, los demócratas tienen la necesidad de quitarle al menos 23 lugares a los republicanos. Las encuestas de intención de voto muestran un panorama favorable a la oposición para predominar en Diputados.
Por tanto, si los votos que emiten los ciudadanos confirman la perspectiva trazada por las encuestas, los republicanos continuarán con la mayoría en el Senado y la perderán en Diputados.
Además de los legisladores, los ciudadanos elegirán a 36 de los 50 gobernadores de los Estados. Los demócratas están en condiciones de recuperar entre seis y ocho gobernaciones que ahora están en manos republicanas y pueden perder una, según surge de las encuestas.
Debido a la división política que existe en Estados Unidos desde el triunfo de Trump en noviembre de 2016 —es un presidente que suscita reacciones extremas, de amor o rechazo— estas elecciones legislativas tienen una importancia histórica. Del resultado dependerá si el mandatario puede seguir imponiendo sus políticas o enfrentará crecientes dificultades para seguir cumpliendo con sus promesas de la campaña.
Si se miran los antecedentes históricos, el panorama no debería resultarle favorable porque los partidos de muchos presidentes han perdido la mayoría en las cámaras. BBC World señala que de las 21 elecciones de mitad de mandato desde 1934, el partido del presidente solo tuvo ganancias en la Cámara de Representantes tres veces y en el Senado en cinco oportunidades. Para citar un ejemplo, una figura que ganó con amplitud las dos veces que se postuló a la presidencia como fue Barack Obama, vio como su Partido Demócrata perdió la mayoría tanto en el Senado como en Diputados.
En acción
Si bien no es candidato el martes, el presidente Trump, que ya planifica para postularse a la reelección en 2020, se juega, en gran medida, su futuro político en estos comicios porque son, en los hechos, un referéndum sobre su gestión. El mandatario no rehúye la lucha electoral. Por el contrario, está en el centro del escenario proselitista porque tanto en sus posteos cotidianos en Twitter como en los grandes actos que realiza varias veces por semana en diferentes lugares del país, expresa su apoyo a los candidatos republicanos al Senado y Diputados que asumen posiciones claras para que Estados Unidos frene la inmigración ilegal y tenga fronteras seguras, así como se enfrente sin concesiones a la delincuencia, a las mafias del tráfico de drogas y al terrorismo. Y, aprovecha para lanzar fuertes críticas a los postulantes demócratas a los que califica de débiles en todos esos problemas.
El interrogante que muchos plantean es si Trump realmente ayuda al Partido Republicano en estas elecciones. Todo parece indicar que mantiene la base popular de apoyo que tuvo en la elección presidencial. Los actos que ha realizado a lo largo de esta campaña han tenido alta y fervorosa concurrencia. El presidente muestralogros fuertes en la economía. Indicadores positivos son un regalo para cualquier partido y un tema que unifica a sus candidatos. Estados Unidos tiene una de las tasas de desempleo más bajas de la historia en general (se sitúa en 3,7%), así como la más baja entre la población afrodescendiente e hispana, y la menor en 65 años entre las mujeres. La Bolsa de Valores está en auge. Los recortes impositivos que prometió y llevó a la práctica, comienzan a dejar más dinero disponible a los trabajadores. Asimismo, cuatro millones de personas dejaron la ayuda estatal de alimentación que se da a través de las food stamps.
Trump destaca todos esos resultados y también agita el peligro que representa para Estados Unidos la inmigración ilegal, como en el caso de las caravanas que avanzan ahora a través de México. Ese tema le da renovada energía a su base de apoyo popular.
Pero, carga con un gran fracaso que es su promesa y la del Partido Republicano no cumplida de sustituir la reforma de la salud que aprobó Obama. Es un tema prioritario. Prometieron una solución y no la dieron.
Su estilo de gobernar es otro punto flojo, ya que es rechazado por un alto porcentaje de la población.
La elección, de hecho, es un referéndum sobre su gobierno y resulta clave para definir su futuro político.
Dos mujeres, candidatas más jóvenes al congreso
La presencia femenina en la escena política y electoral de Estados Unidos tiene una magnitud histórica en los comicios legislativos: un récord de 350 mujeres se postulan a bancas en el Congreso. En ese grupo están las dos candidatas más jóvenes, que se sitúan en los extremos políticos. Morgan Murtaugh, de 26 años, que se declara conservadora, aspira por el Partido Republicano a la banca a diputada por el 53° Distrito de California. Alexandra Ocasio Cortez, de 29 años, de ideología socialista, busca ser elegida diputada del Partido Demócrata por el Distrito 14 de Nueva York.
A punto de hacer historia en seis casos
La elección presenta varios hechos inéditos en la historia de Estados Unidos.
1. Rashida Tlaib, abogada, de 42 años, puede convertirse en la primera diputada musulmana. Hija de inmigrantes palestinos, se postula por el Partido Demócrata en el 13° Distrito de Michigan. Apareció junto a su madre en la televisora NBC y expresó su emoción por poder hacer un aporte al país que le abrió la gran oportunidad a sus padres.
2. Stacey Abrams está en reñida lucha electoral para ser la primera mujer negra elegida gobernadora. La abogada, de 44 años, recibe el apoyo de Barack Obama y de la estrella de la TV, Oprah Wnifrey, quienes hablaron en sus actos de campaña.
3. Christine Halquist, de 62 años, ingeniera y consultora de tecnología, está a un paso de hacer historia en Vermont, ya que puede ser la primera persona transgénero en acceder a una Gobernación. Asegura que llevará a cabo una política inclusiva porque sabe realmente el valor que eso implica.
4. Andrew Gillum, de 39 años, alcalde de la ciudad de Tallahassee, del Partido Demócrata, lidera la contienda para la Gobernación del Estado de Florida y si los votos lo confirman, será el primer negro en desempeñar ese alto cargo. Barack Obama lo acompañó en un acto, en claro gesto de apoyo.
5. Por primera vez, podría producirse una gran votación de los millenials.La televisora CBS señala en un informe que si bien en otras elecciones la participación de este grupo fue reducida, ahora superaría el 40%, aunque habrá que ver si esa expectativa se cumple. Asimismo, indica que el 54% son demócratas, 43% republicanos y 24% optan por candidatos independientes.
6. Los latinos hacen sentir su creciente presencia en estas elecciones. El centro de investigación Pew indica que hay 29 millones habilitados para votar, que son el 12,8% del electorado. Los candidatos de esta comunidad aspiran a llegar al Congreso, las gobernaciones y legislaturas estatales en 36 Estados, señala AFP. La Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (Naleo) espera un 15% de aumento en el voto y que el número de diputados latinos pueda crecer de los 34 actuales a un total de 41.
Fuente: El País de Uruguay.