A 12 años de los primeros juicios orales y públicos por delitos de lesa humanidad que se iniciaron en el país tras la inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, se creó en La Matanza un equipo interdisciplinario que va a acompañar y asistir a las víctimas y testigos de la causa “Brigada de San Justo”, que fue elevada a juicio oral hace dos años, y se va a sustanciar durante el curso de este año en los tribunales federales de La Plata.
El equipo se formó con profesionales de la red de salud mental de La Matanza, luego de un acuerdo que la Secretaría de Salud de ese distrito suscribió con el Comité para la Defensa de la Salud, la Ética y los Derechos Humanos (CODESEDH), el organismo creado en 2006 tras la desaparición de Julio López para asistir a todos los testigos que han sido y deben ser el eje central de los juicios.
La causa por crímenes de lesa humanidad cometidos en el ámbito del centro clandestino de detención que funcionó en la Brigada de San Justo, que formara parte del llamado “Circuito Camps”, fue desdoblada en dos partes dado su magnitud.
En 2015, el juez Ernesto Kreplak, titular del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 3 de La Plata, resolvió elevar parcialmente a juicio la causa, en el que participarán unas 100 personas entre querellantes y testigos, mientras que la segunda parte de la causa ya finalizó la instancia de instrucción.
Dado que el CODESEDH se presenta como querellante en esta causa, y por esa razón no puede realizar el acompañamiento en la primera parte del juicio oral que se realizará este año en el Tribunal Oral Federal N°1 de La Plata, y a partir de un trabajo previo que durante 2017 realizaron juntos la agrupación HIJOS La Matanza con la red de salud mental del municipio y la secretaría de Derechos Humanos, se resolvió crear un equipo municipal de acompañamiento de los testigos y víctimas del terrorismo de estado.
Como el CODESEDH es querellante en la causa, profesionales de la
Secretaría de Salud del municipio realizarán el acompañamiento previo
y durante la instrucción del juicio, en el que tomarán parte más de 100 personas.
Ese equipo, creado por una resolución del secretario de Salud de La Matanza y ex ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia, es el que va a trabajar con los familiares y allegados de las víctimas, en encuentros que se realizarán tanto en espacios del sistema de salud municipal, como en espacios familiares o zonas próximas al lugar de residencia de las víctimas y testigos.
“Se trata de generar un clima de tranquilidad y equilibrio para que las víctimas que ingresan en este proceso judicial puedan alcanzar una experiencia reparadora, tanto personal como social, de los sufrimientos padecidos”, sintetizó el presidente del CODESEDH, Norberto Liwski, luego de un encuentro que mantuvo en la secretaría de Salud de La Matanza con el flamante equipo que va a trabajar bajo la coordinación general de la responsable del área de salud mental municipal, Mariana Domínguez.
“Nosotros entendemos el acompañamiento como una función elemental en las políticas públicas reparatorias del Estado, ya que colabora en habilitar un espacio de confiabilidad para que la víctima-testigo, a través de su testimonio, produzca un acto político en relación con la memoria, la verdad y la justicia”, describió Collia la asistencia que se piensa llevar a cabo desde el equipo.
Entre 2006 y 2016, un total de 723 acusados por delitos de lesa humanidad fueron condenados y 76 absueltos, en 167 sentencias dictadas en los juicios de lesa humanidad Verdad y Justicia.
En La Plata se celebraron 16 juicios en el Tribunal Oral Federal 1 (TOF 1), algunos de enormes objetos procesales, con más de veinte acusados, y otros por casos individuales. En 2006 fue juzgado Etchecolatz y en 2007 el sacerdote católico Christian Von Wernich.
Pero aún quedan más causas pendientes. Una de ellas es la Brigada de San Justo con 81 víctimas que pasaron por el centro clandestino entre 1976 y 1978. Otra es la llamada “el Pozo de Quilmes”, donde se investigan los crímenes contra al menos 175 víctimas que pasaron entre 1975 y 1979 por el centro clandestino de detención que funcionó en la ex Brigada de Investigaciones de esa ciudad.
Y también el Pozo de Banfield, que es la causa con más víctimas: 247 personas que estuvieron en cautiverio en el edificio donde funcionaron la Brigada de Investigaciones y otras dependencias policiales.