Mientras el Gobierno busca negociar para aplacar los aumentos que se vienen, directivos de YPF se reunieron con el ministro de Energía, Javier Iguacel, y le plantearon la necesidad de llevar el aumento de las naftas a un 5%, no un 3% como habían pactado. El principal disparador es el aumento del dólar, ya que ese acuerdo lo habrían firmado con la moneda estadounidense a $25.

Aunque las compañías siempre tratan de realizar los aumentos a principio de mes, en este caso tendrá lugar la semana próxima, sumándose a una serie de cambios que se aproximan en el sector. Por su parte, el gobierno está pensando la alternativa de instalar el “barril criollo”, que es un precio de referencia local, pensado por el kirchnerismo, y donde les colocaron a las petroleras retenciones a las exportaciones, lo que desalentó la producción, que empezó a caer.

El Gobierno trata de negociar para congelar
los precios por 60 días en agosto
y luego
piensa instalar el «barril criollo» como precio
de referencia.

Además, las petroleras aseguran que el retraso en sus importes llega a un 30%, como consecuencia del aumento del precio del crudo, el cual cotiza en dólares, y la devaluación que parece ser incontrolable. Por esto mismo, desde YPF le plantearon a Iguacel que lo acordado con el ex ministro Aranguren necesita una modificación.

A esta situación, se le suma la renuncia de Aranguren, lo que provocó inestabilidad y temor por parte del sector, ya que no sabían cómo sería el nuevo marco regulatorio que adoptaría el gobierno. Así las cosas, a las petroleras les resulta muy difícil mantener el 3% acordado, y deberán aumentar a un 5%.

Meses atrás, el presidente Mauricio Macri le encomendó al entonces ministro Aranguren que el mercado local de combustibles tuviera la misma dinámica que la mayoría de los internacionales. Pero la inflación y la devaluación no hicieron que los planes sean posibles. Se espera que, durante los próximos días, los funcionarios detallen cuál es el nuevo marco regulatorio, para brindarle más tranquilidad al sector.