El 21 de Febrero de 2018 no será un día más en el gobierno de Mauricio Macri, sino que medirá el grado de tensión que acarrea el divorcio entre el Presidente y Hugo Moyano durante la movilización convocada por el gremio de Camioneros, a la cual adherirán las dos CTA y distintas organizaciones sociales y partidos de izquierda.

La marcha, anunciada como una protesta contra las políticas económicas del gobierno, también se enlaza con la situación judicial que vive el presidente de Independiente investigado en varias causas.

Anoche, en la mesa televisada de Mirta Legrand, Moyano fijó posición: “Algunos siempre nos colocan bajo sospecha. Son quienes se creen puros y castos, y tienen autoridad para atacar al sindicalismo. Y yo me pregunto: ¿tener algo es ser deshonesto?”, dijo. «Si un dirigente sindical tiene algo ya es un negro…«, acusó el camionero.

Además, el ex lider de la CGT afirmó que «la gente está sufriendo necesidades, perdiendo el poder adquisitivo de los salarios, lo que pasó con los jubilados», enumeró durante su participación en el programa de Mirtha Legrand.

Insistió que «la gente está muy disconforme con lo que está pasando y esto genera este llamado a la movilización».

Los reclamos «históricamente fueron así, hay que seguir reclamando. Cuando no hay respuesta no queda otro camino«, dijo y señaló: «Creen que con el aumento del 15% está bien. De acuerdo a la inflación no tiene sentido, lo toman como un aumento, es mentira».

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Preocupación en el Gobierno por la seguridad

Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta se plantearon no pasar por lo mismo que pasaron en diciembre pasado con los disturbios en el Congreso durante el debate por la reforma previsional.

Para eso resolvieron reforzar el operativo de seguridad para el acto del miércoles próximo en la avenida 9 de Julio.

El plan se terminará de definir mañana, a las 11, en una reunión entre el Ministerio de Justicia y Seguridad de la ciudad de Buenos Aires y representantes del sindicato de camioneros, de La Bancaria y de las organizaciones sociales y los partidos de izquierda.

Larreta ya decidió que la Policía de la Ciudad estará preparada ese día para intervenir y llevará todo el armamento antidisturbios que ordena el protocolo: postas de goma, gases lacrimógenos, escudos y carros hidrantes. Por otro lado, el secretario de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, acordó con los organizadores que habrá 2000 hombres de seguridad del sindicato de camioneros, que conduce Hugo Moyano, para que ellos se autorregulen y sean «ordenadores», y que no se desmadren sectores más radicalizados de la izquierda.

Según conversaciones preliminares, Camioneros informó que se concentrarán unas 200.000 personas; se movilizarán en 4000 micros, y el palco estará sobre la intersección de las avenidas 9 de Julio y Belgrano, mirando hacia la avenida San Juan.

El gobierno porteño planea no permitir el estacionamiento de los colectivos en las avenida 9 de Julio ni Madero ni Huergo. Ello congestionaría el tránsito que ingresa del norte por la autopista Illia y del sur a través de la autopista a La Plata. Una alternativa es destinar la avenida San Juan para ubicar los transportes. Sin embargo, en esa zona hay una sede de Camioneros donde se concentrarán militantes y ello impediría la descarga de micros desde la autopista 25 de Mayo. Todos esos detalles se conversarán mañana.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, mantendrá a las fuerzas de seguridad federales acuarteladas en estado de alerta y reserva para el caso de una emergencia, como ocurrió el 18 de diciembre último.