El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, confirmó este miércoles que el pago del bono de fin de año por 5 mil pesos será obligatorio para el sector privado y que se abrirá una línea de financiamiento bancario para las empresas que no pueden pagarlo. Desde el sector sindical combativo se burlaron de la medida y lanzaron un paro.

«Tuvimos una muy buena reunión entre la CGT y los sectores empresariales. El bono sería compensatorio y no remunerativo en dos cuotas, en principio sería para el sector privado, hasta que el público no cierre sus paritarias», subrayó el funcionario en diálogo con radio Continental.

En un principio trascendió que los trabajadores del Estado también recibirían el extra de fin de año, pero se aclaró que UPCN todavía tiene una cláusula de revisión para ejecutar en la paritaria y otro bono para cobrar antes del cierre de 2018.

Además, Sica informó que el plus está destinado para los trabajadores que cerraron paritarias por debajo de la inflación anual estimada en 40%, y que ya no pueden activar cláusulas de revisión o que no tienen pendientes cuotas de incrementos salariales ya acordados con anterioridad. Si ya firmaron nuevos ajustes salariales para los próximos meses por cláusulas de revisión, los empresarios podrían pagar el bono a cuenta de futuros aumentos.

Sica confirmó que la medida se oficializará por decreto tal como solicitó la CGT, aunque admitió que todavía no está escrito y que las condiciones pueden variar.»Estamos terminando de redactar el texto», sostuvo.

Resultado de imagen para sica gremios bono

La idea es abonar dos bonos de $ 2.500 antes y después del medio aguinaldo de diciembre, es decir en noviembre y enero próximos, como paliativo ante la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores tras las subas de precios luego de la devaluación del peso. 

«Los gremios planteaban que podía haber algún tipo de flexibilidad. Vamos a hablar con el sistema financiero para ver si hay algún tipo de financiación para las empresas que no lo puedan pagar», remarcó el ministro al deslizar la posibilidad de asistir a los empresarios que no pueden afrontar un desembolso de esta magnitud, en medio de la crisis, el parate del consumo y la altísima presión impositiva.

En la charla radial, el ministro dio otras precisiones: «Estamos planteando que sea obligatorio para todos los sectores privados. La idea de esta mesa es que todos ponemos algo. Nosotros estamos resignando la recaudación con el no remunerativo. «Pusimos el límite de $ 5.000 como no remunerativo. Las empresas que pueden pagar más, eso ya sería remunerativo», subrayó.

Burlas y medida de fuerza

Los jefes del sindicalismo más combativo y opositor al Gobierno nacional rechazaron el bono de $ 5.000 en dos cuotas acordado por la CGT y algunas cámaras empresarias, al tiempo que confirmaron el lanzamiento de nuevas medidas de fuerza antes de fin de año.

«Desde el Frente Sindical, con la CTA y los movimientos sociales anunciaremos una medida de fuerza», anticipó Pablo Moyano, secretario general adjunto de Camioneros. «Cuando se firmó hace dos años el bono de $ 2000 nadie lo cobró», recordó, al desconfiar de la medida que se impulsa desde la «mesa chica» dialoguista de la central obrera.

«Es una maniobra más del Gobierno para dilatar un paro que tiene que ser ya. La CGT volvió a fallarle a los trabajadores. Los que no acordamos con el Gobierno estaremos en la calle», alardeó Moyano en una entrevista con radio Cooperativa.