Roberto Ríos, el último integrante de la cúpula de la UOCRA Bahía Blanca que estaba libre, se entregó hoy para someterse a la investigación por asociación ilícita y extorsión junto a otros 13 imputados.
«Por supuesto que soy inocente», dijo esta mañana al ser trasladado de la Fiscalía a la Dirección Distrital de Investigaciones (DDI).
Ríos, de 42 años, grabó un video días atrás en el que contó que se acababa de enterar que era «el hombre más buscado de Argentina”.
En ese video, que se difundió el viernes, Ríos disparó contra Francisco «El Chucky» González y contra Martín Parada del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción (SITRAIC), al mencionar que «perseguían a sus compañeros a punta de pistola».
«Lo que yo quiero es que se me garantice mis derechos y no pasar por el ridículo de ponerme una pelela en la cabeza y el chaleco en la cabeza para ir derecho al penal».
Además, también cargó contra el fiscal de la causa Gustavo Zorzano por falta de garantías y aseguró que la causa es política y mediática. «Lo que yo quiero es que se me garantice mis derechos y no pasar por el ridículo de ponerme una pelela en la cabeza y el chaleco en la cabeza para ir derecho al penal», agregó.
Y cerró con un mensaje a sus familiares y amigos: «Pasen por la fiscalía del doctor Zorzano y lleven las denuncias contra los delincuentes como estos, que forman hoy por hoy el SITRAIC».
La causa
El fiscal Gustavo Zorzano acusó a Monteros y José Bernardo Burgos, líderes de la delegación bahiense de la UOCRA, como coautores de 28 y 30 hechos de «asociación ilícita en calidad de jefes y extorsión reiterada», respectivamente. Además a Burgos se le imputó un hecho más en calidad de autor.
Pablo David Gutiérrez, Nelson Damián Cabrera, Carlos Ariel Carrillo, Mario Matías González, Raúl Ernesto Erbín, Sergio Daniel Vázquez, Aníbal Alejandro Aranda, David Ezequiel Muñoz, Sebastián Octavio Canale y Walter Rafael Paiz completan la lista de arrestados y el doctor Zorzano les atribuyó los mismos delitos, pero en calidad de miembros.
Cabrera, Muñoz y Aranda se desempeñaban en la subdelegación de la UOCRA en Coronel Suárez, en tanto que Carrillo manejaba la sede sindical en Monte Hermoso.