De acuerdo al último informe elaborado por la Defensoría de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires, durante 2017 se registraron un total de 733 casos de tortura y tratos inhumanos cometidos por agentes de la Policía o el Servicio Penitenciario Bonaerense.
Durante el año pasado fueron recibidos 733 casos, organizados bajo cuatro indicadores: «tortura/trato inhumano», «agravamiento de las condiciones de detención», «causa fraguada/prueba falsa» y «obstaculización de la defensa».
Alrededor de 682 casos corresponden a hechos de torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes; de los cuales 297 fueron puestos en conocimiento de otro funcionario además del Defensor.
En 2017, 456 hechos de tortura o tratos inhumanos habrían sido cometidos por funcionarios de la policía, 163 casos por penitenciarios y 63 de otras instituciones.
La modalidad que más se repite son los golpes (383 casos). Se registraron 5 casos de asfixia, 6 de quemaduras, 2 de picana, 1 de abuso sexual y 7 de agresiones con proyectiles. Solo unos 145 casos fueron comunicados a otra funcionarios y 311 optaron por mantenerlos en reserva con su defensor, en la mayoría de los casos con temor a represalias.
En referencia a los casos vinculados al Servicio Penitenciario, la modalidad que más se repitió fueron los golpes (119 casos) y se registran 45 casos de aislamiento a modo de tortura, 5 casos de quemaduras, 1 de asfixia y 6 de agresiones con proyectiles. De los 163 casos, fueron comunicados 127 y los restantes 36 se mantuvieron confidenciales.
En niños se relevaron 158 casos, de los cuales en 41 las víctimas accedieron que su defensor pusiera el hecho en conocimiento de otros funcionarios.