Más de 8500 personas fueron evacuadas por las inundaciones en Salta a raíz de la crecida del río Pilcomayo, de las cuales unas 2800 permanecen en los centros de atención donde “reciben alimentaria y sanitaria”, y el resto fueron trasladados a casas de familiares en las ciudades salteñas de Tartagal y Aguaray.
La Cruz Roja Argentina advirtió ayer que “la situación humanitaria es muy compleja” en la localidad salteña de Santa Victoria Este, donde se intensificó las tareas de traslado de familias como consecuencia del ingreso de gua del río, aunque la filtración fue rápidamente controlada, informaron lugareños.
El río Pilcomayo llegó al punto máximo, 7,28 metros como resultado de intensas lluvias caídas en territorio boliviano, donde se halla su naciente, con la consecuente ampliación del área afectada. Para el secretario de Protección Civil, Néstor Ruiz de los Llanos, las obras realizadas por la provincia permitieron elevar los límites de desborde del río y por eso se pudo contener la situación. Sin embargo, el nivel de las aguas obligó a reforzar los anillos de defensa de Misión La Paz y Santa María.
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A pesar de que el Ejército, la Gendarmería y la Policía salteña se encuentran trabajando en la emergencia, “existen vacíos humanitarios significativos en materia de agua, saneamiento, promoción de la salud y alojamiento temporal, entre otras”, alertaron desde la Cruz Roja Argentina.
“El Estado y las organizaciones que trabajamos en la zona hemos tomado todas las medidas para atender este desastre, priorizando salvaguardar la vida de las personas en la región, pero aún hay comunidades aisladas e incomunicadas” comentó Cristian Bolado, Director de Respuesta a Emergencias y Desastres de esa organización.
“El foco está en Santa Victoria Este, zona que abarca pequeñas y medianas comunidades, pero también se encuentra afectada gran parte del norte de Salta; día a día la situación evoluciona de manera diversa, por lo cual estamos evaluando permanentemente esta emergencia”, agregó Bolado.
Lo que se viene
“Por ahora lo más importante es sacar la gente de las zonas complicadas y darles contención en los centros de evacuados. Pero luego quedará un trabajo de varias semanas, en los que se deberá recorrer cada comunidad, cada vivienda y ver las condiciones de cada lugar para que la gente pueda volver a sus hogares”, sostuvo Ruiz de los Llanos respecto de lo que sobrevendrá a la inundación.
Consideró que en ese contexto “las donaciones serán fundamentalmente para esa etapa”.
Voluntarios de la Cruz Roja se encuentran desplegados en el lugar para apoyar en las tareas de respuesta que involucran líneas de alojamientos temporales y apoyo psicosocial. La organización activó además un servicio de re establecimiento de contacto entre familiares para que aquellas personas que hayan quedado incomunicadas con sus familiares puedan dar con ellos, y está reuniendo donaciones monetarias para ayudar a los afectados a través de su página web www.cruzroja.org.ar