Desde hoy y hasta el domingo 19 se conmemora la semana mundial de concientización sobre el uso de antibióticos 2017, que tiene por lema “pida consejo a un profesional de salud antes de tomar antibióticos”. La iniciativa tiene como contracara el uso indiscriminado de antibióticos y, como consecuencia la resistencia de las bacterias a los fármacos, una de las mayores amenazas para la salud mundial
La resistencia que han adquirido ciertas bacterias a los antibióticos, pone en peligro la capacidad de tratar enfermedades infecciosas comunes, como la neumonía, la tuberculosis, la septicemia o la gonorrea. Además implica que se incrementen los costos médicos, se prolonguen las estancias hospitalarias y aumente la mortalidad.
Por eso, los objetivos de la campaña este año apuntan a convertir la resistencia a los antimicrobianos en una cuestión sanitaria reconocida mundialmente, a concienciar sobre la necesidad de preservar el poder de los antibióticos mediante su uso apropiado, aumentar el reconocimiento de que las personas, los profesionales de la salud y la agricultura y los gobiernos deben contribuir a luchar contra la resistencia a los antibióticos, además de alentar el cambio de conductas y trasladar el mensaje de que acciones simples pueden marcar la diferencia.
«Se ha demostrado que el uso de antibióticos en medios de internación, en los pacientes o en la comunidad inducen resistencia bacterial y esto ha sido tan masivo porque se utilizan también en la industria alimentaria; es decir, para el engorde de determinadas especies como cerdos, pollos y pescados de piscicultura, como el salmón. Esas carnes tienen contenidos de antibióticos que estamos consumiendo y que a su vez producen resistencia bacterial», explica el doctor Abel Jasovich, especialista en Enfermedades Infecciosas y ex Coordinador del programa de Infectología Institucional del Hospital Bocalandro y el Sanatorio Güemes, además de ex miembro del Comité Central del Programa de Control de las Infecciones asociadas al Cuidado de la Salud del Ministerio de Salud.
Jasovich sostiene que en los hospitales se están usando más antibióticos de los que deberían usarse y esto genera alta resistencia a las bacterias prevalentes, «pero si se compara lo que se consume en el uso humano con respecto al uso animal es ínfimo», afirma. «El tema es complejo porque hay capitales gigantescos que se resisten a que se dejen de utilizar», asegura.
Para ponerle freno a este mal, desde la OMS advierten que es necesario que se cambie urgentemente la forma de prescribir y utilizar los fármacos. «Aunque se desarrollen nuevos medicamentos, si no se modifican los comportamientos actuales, la resistencia a los antibióticos seguirá representando una grave amenaza», subrayan. En sintonía, Jasovich sostiene que «mientras se mantenga el uso masivo en la comunidad y en los alimentos que consumimos va a ser muy difícil de controlar».
«Se supone -añade- que no debe haber venta libre de medicamentos porque la utilización de un antibiótico es un acto médico». Pero a su vez, subraya, existe la «desviación profesional», y explica: «Las enfermedades más frecuentes son las respiratorias y la mayoría de ellas no se trata con antibióticos, pero muchas veces los profesionales los recetan igual».
Otro factor que preocupa, apunta el especialista en Enfermedades Infecciosas, es que no alcanzan las nuevas drogas que se aprueban para el uso, activas frente a las bacterias multiresistentes, porque para producirlas se deben afrontar «inversiones faraónicas». «Los antibióticos no son el mejor negocio para la industria farmacéutica, porque la gran mayoría se utiliza en períodos cortos y el buen negocio es encontrar una droga que el paciente utilice si es posible de por vida», señala Jasovich.
Frente a la falta de una inversión focalizada para solucionar el impacto de la resistencia a los antibióticos, y a que no aparecen con la velocidad necesaria nuevas drogas, los especialistas sostienen que es fundamental una educación médica continua. Además apuntan a la importancia de adoptar cambios en el comportamiento, que deben incluir medidas destinadas a reducir la propagación de las infecciones, a través de la vacunación, el lavado de las manos, la seguridad de las relaciones sexuales y una buena higiene alimentaria.
Jasovich subraya que es de vital importancia la concientización y una acción directa para que no se utilicen medicamentos en la cría de animales. «La gente come sushi como si fuese algo súper sano pero en realidad estamos consumiendo antibióticos que actúan modificando algunas de las bacterias que tenemos en el cuerpo», ejemplifica.
«Si bien el uso de antibióticos es necesario y aumenta la sobrevida humana, hay que suministrarlos cada vez que su beneficio sea mayor a cualquier efecto adverso que puedan traer», sostiene el especialista, que destaca al mismo tiempo la importancia de llevar a cabo una campaña de difusión y concientización. «Sería un éxito que nadie vaya a la farmacia a pedir un antibiótico por un cuadro respiratorio o porque está engripado», resume.
Lo ciertos es que en la batalla contra las bacterias multiresistentes a los antibióticos, los especialistas coinciden en profundizar y buscar estrategias mejores de las que se han utilizado hasta ahora, porque los resultados no son satisfactorios.
La resistencia a los antibióticos amenaza con socavar los #sistemasdesalud, estos nuevos descubrimientos podrían rev https://t.co/KkymMyJP1p
— Clinicalafamilia (@Clinicalafamila) November 1, 2017
Para prevenir y controlar la propagación de la resistencia a los antibióticos, la población general puede:
· Tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional sanitario certificado.
· No demandar antibióticos si los profesionales sanitarios dicen que no son necesarios.
· Seguir siempre las instrucciones de los profesionales sanitarios con respecto al uso de los antibióticos.
· No utilizar los antibióticos que le hayan sobrado a otros.
· Prevenir las infecciones lavándose las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto íntimo con enfermos, velando por la seguridad de las relaciones sexuales y manteniendo las vacunaciones al día.