El tercer paro nacional convocado por la CGT transcurre con un fuerte acatamiento del sector transporte: hoy no funcionan los trenes, colectivos ni subtes, y los aeropuertos y los puertos también se mantienen sin actividad.
En las calles de Capital Federal, sólo en el caso de los taxistas el paro es parcial, ya que hay algunas unidades circulando.
“Acompañamos el paro de la CGT. Nosotros recorremos todos los días el país, ha caído al cantidad de pasajeros y vemos que cada vez se cierran más comercios, hay menos trabajo”, afirmó Roberto Fernández, secretario general de la Unión Tranviarios Automotor(UTA).
La huelga, sin movilización, decidida por el consejo directivo cegetista el 12 de junio pasado, recibió la adhesión de las dos Centrales de Trabajadores Argentinos (CTA), y de movimientos sociales.
Se adhirieron sindicatos claves como los estatales UPCN y ATE, además de los de todos los medios de transporte y la banca, lo que afectará tanto a la Administración Pública como al sector privado.
Si bien la idea en un principio fue la de un paro sin movilización, agrupaciones de izquierda desafiaron esa postura, ya que realizarán durante la jornada de la huelga movilizaciones con actos en el Obelisco.
Por este motivo, estará cerrada la avenida 9 de Julio a partir de las 11 de la mañana. Además, hay cortes en Panamericana y 197, en el Puente Pueyrredón, en el Acceso Oeste frente al Hospital Posadas y en la General Paz frente al INTI.
«No contribuyen a nada»
Pasadas las 10 de la mañana, y tras las primeras evaluaciones del impacto del paro general, el presidente Mauricio Macri rechazó la medida aunque insistió en la necesidad de mantener el diálogo con la central obrera.
“Claramente no contribuyen a nada, no suman, yo no veo que haya habido un gobierno en décadas con tanta preocupación por el empleo y el trabajador y por generar nuevas oportunidades . Hay que seguir haciendo lo que venimos haciendo, trabajando en conjunto, sentados en una misma mesa, como hicimos con Vaca Muerta o como con la mesa de la carne”, sostuvo el mandatario desde Tandil.
En el mismo tono, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, lo adjudicó a una “discusión de dirigentes, más que de la gente” y resaltó las medidas oficiales para mejorar la situación de los trabajadores.
En tanto, desde el sindicalismo afirmaron que la huelga tiene un alto acatamiento y no descartaron nuevas medidas en caso de que no haya un cambio en las políticas oficiales.