Los conductores de las casi sesenta líneas de colectivos que se mantenían en huelga por el conflicto interno en la Unión Tranviarios Automotor decidieron -luego de más de veinticuatro horas- reanudar los servicios esta madrugada. Según trascendió, anoche -pasadas las 23- se alcanzó el acuerdo que permitió el levantamiento de la medida.

Alrededor de 60 líneas de colectivos completaron ayer su segundo día de paro, en el marco del conflicto entre los choferes del Grupo DOTA y la conducción de la UTA, que el lunes derivó en incidentes en la sede de ese sindicato. La medida generó el desconcierto y la confusión de los usuarios.

Tras lo ocurrido con la toma de la sede porteña de la UTA, con su titular Roberto Fernández refugiado en el techo, la Confederación General de Trabajadores (CGT) salió a solidarizarse con el sindicalista y cargar contra “quienes pretenden arrasar con la institucionalidad”.

En efecto, la CGT expresó su respaldo al secretario general de la UTA, quien integra el Consejo Directivo de la central obrera y condenó “la intrusión de grupos violentos en la sede”.

 

 

Otra de las quejas que se sintió fuerte tanto en Capital Federal como en el Conurbano bonaerense fue el gasto que tuvieron que hacer aquellos que debieron trasladarse en taxi, remis o autos particulares.

Si bien en un momento se especuló que el gobierno podía dictar la conciliación obligatoria, la huelga -que alcanzó el lunes su pico de violencia, cuando los choferes del Grupo Dota que no responden a la conducción de la UTA coparon la sede a la fuerza- se levantó anoche, sin que hasta el cierre de esta edición trascendieran los alcances del acuerdo.