La diputada Graciela Ocaña presentará en el Congreso un proyecto de ley similar al que había impulsado como legisladora porteña, para controlar, o sincerar, lo que llama “incentivos» o «regalos» de las empresas farmacéuticas a los médicos a cambio de la recomendación de sus productos.

La iniciativa pretende limitar “la influencia de los laboratorios y las estrategias de promoción que podrían derivar en tratamientos más costosos”.

El texto dice que «los fabricantes, importadores y distribuidores de productos médicos que otorguen bienes, beneficios o premios a los médicos deberán informar dicha situación al Ministerio de Salud a efectos de darle la debida publicidad».

Entre todos esos beneficios, que en general vehiculizan los visitadores médicos, están los pagos en efectivo, la entrega de regalos, los hospedajes y pasajes para ir a congresos, gastos de representación, comidas, etcétera.

Si el proyecto de Ocaña avanza en Diputados (resta ver si tendrá cabida en Cambiemos), la idea es que los laboratorios informen públicamente el nombre del médico que recibe el regalo y la naturaleza del mismo.

Facturación de los laboratorios

Según un informe de 2017 de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa), las ventas de medicamentos en el mercado interno registran tasas anuales de crecimiento muy grandes entre 2003 y 2016. En unidades vendidas, del 10 por ciento; en pesos, del 24,6 por ciento y en dólares, del 10 por ciento.

Esto ha hecho que la proyección de facturación total de los laboratorios para 2018 sea de 6.633 millones de dólares, un 65 por ciento más que hace 10 años, cuando en 2009 facturaron 4.003 millones. La mayor parte de ese crecimiento se explica por las ventas internas, que pasaron de 3.344 millones de dólares hace 10 años a 5.327 millones en 2016; y una estimación de 5.688 millones de dólares para 2018.

Antecedente

En rigor, la Legislatura porteña aprobó en diciembre de 2016 la «Ley para la publicidad de beneficios o premios a los médicos», de la entonces legisladora porteña Graciela Ocaña y sus compañeros del bloque Confianza Pública, Diego García de García Vilas y Marcelo Depierro, que postula un sinceramiento a una de las prácticas más habituales de la industria farmacéutica: los regalos, obsequios, pagos de viajes y prebendas otorgadas a los médicos para que receten a sus pacientes determinados medicamentos, de cuya marca comercial son fabricantes.

La norma establece que “los fabricantes, importadores y distribuidores de productos médicos, biológicos y farmacéuticos que otorguen bienes, servicios, beneficios o premios a los médicos” de la Ciudad, deberán informarlo al Ministerio de Salud porteño a fin de darle publicidad.