La crecida del dólar de las últimas semanas y la inflación creciente ponen en peligro el acuerdo paritario que logró el gobierno de María Eugenia Vidal con los trabajadores estatales bonaerenses, a tal punto que desde el sector gremial ya buscan alternativas para emparejar los salarios con los costos de vida.
El acuerdo que Vidal logró con los sindicatos estatales fue a principios de abril con un aumento del 15% dividido en tres tramos: 7% (retroactivo a enero), 4% (en mayo) y 4% (en septiembre). A esto se sumó un plus por presentismo de 3.000 pesos, que luego se incrementó a 6.000 pesos a pedido de los gremios.
Este arreglo ya empieza a ser cuestionado por las entidades gremiales. Es que con una inflación acumulada de 9,6% a esta altura del año, se estima que los números puedan llegar a 11% en mayo. En ese caso, los trabajadores quedarían por debajo, al menos hasta septiembre.
En este marco, el Gobierno comenzó a admitir que la inflación podría estar por encima de lo planificado por el oficialismo. En ese sentido, Vidal señaló que los acuerdos logrados no son «un 15% cerrado» porque se incluyó una «cláusula de revisión». «Tenemos una manera de volvernos a sentar y poder redefinir el acuerdo salarial», dijo la mandataria.
En el sector gremial hay dos posiciones. Por una lado el sector más combativo, representado por ATE, que rechazó el arreglo del 15, viene exigiendo la «urgente reapertura de paritaria» para «conseguir una nueva oferta salarial» y así poder recuperar el poder adquisitivo del salario». Por su parte, UPCN analiza otro tipo de estrategias de cara al futuro.
El gremio que lidera Carlos Quintana, según trascendió, aguarda a los números de mayo para impulsar algún tipo de recomposición en caso de que sea necesario. Si los números inflacionarios vuelven a ser altos, buscarían «generar alguna forma de ir empatando» a ese incremento de precios.
Una de las alternativas es solicitar que se adelante la cuota del 4% pautada para septiembre o que se llame a revisión (según el acuerdo, putada para octubre). No obstante, desde UPCN son optimistas y consideran que «las puertas al diálogo están abiertas».