El juez Julián Ercolini ordenó que se le coloque la tobillera electrónica con GPS a Diego Lagomarsino, la última persona que vio con vida al fiscal Alberto Nisman, antes de que fuera encontrado muerto.
El magistrado le pidió al Ministerio de Justicia que arbitre los medios para aplicarla, y a la cartera de Seguridad que esté a cargo del control.
A su vez, Ercolini dispuso que Lagomarsino se presente cada 15 días en el juzgado al tiempo que si se va más de 100 km, debe notificarlo al juzgado.
Antes, el fiscal federal Eduardo Taiano había pedido la indagatoria del perito informático por la muerte del fiscal Alberto Nisman. Taiano considera a Lagomarsino como partícipe primario del delito de homicidio por haberle dado al fiscal el arma con la que fue asesinado.
Fuentes afirman que Taiano avalará el peritaje interdisciplinario de Gendarmería Nacional que concluyó que Nisman fue asesinado.
Lagomarisno no será acusado como autor del crimen de Nisman, sino por haber llevado el arma con la que el fiscal fue asesinado. Según las fuentes consultadas no hay elementos para imputarle a Lagomarsino la autoría del homicidio.
Para el fiscal se trató de un crimen planificado. Tras la acusación sobre el técnico informático la investigación avanzará sobre él o los autores del crimen y sus instigadores.
Lagomarsino trabaja con Nisman en la UFI AMIA y declaró que el arma se la llevó al fiscal por pedido de él para proteger a sus hijas de eventuales agresiones.
Las fuentes consultadas también señalaron que Taiano pedirá la indagatoria de los custodios de Nisman por haber incumplido sus deberes de funcionario público por no haber protegido al fiscal.
Nisman fue encontrado muerto la noche del 18 de enero de 2015 con un disparo en la cabeza en el baño de su departamento de Le Parc, en Puerto Madero. Cuatro días antes había denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner por el encubrimiento de los acusados del atentado a la AMIA por la firma del memorándum de entendimiento con Irán.
«Los integrantes de esta junta interdisciplinaria de Gendarmería Nacional se encuentran en condiciones de concluir que la muerte violenta de Nisman se trató de un homicidio», fue la conclusión a la que llegaron los peritos en septiembre pasado.