El Defensor del Pueblo bonaerense Adjunto, Walter Martello, advirtió sobre el resurgimiento de drogas más baratas y letales como el paco como consecuencia de la crisis económica.
“La devaluación podría generar un resurgimiento de drogas baratas y más nocivas”, sostuvo Martello en el marco de un seminario en Chascomús donde disertó junto al intendente Javier Gastón, el diputado nacional Daniel Arroyo y el coordinador de la Estrategia Municipal sobre Drogas, Esteban Wood.
El funcionario remarcó que la emergencia decretada por el gobierno nacional “quedó solo en una mera declaración”, y alertó sobre los efectos de la devaluación del peso en la oferta de drogas ilegales. “El precio en dólares de la cocaína, podría generar una situación similar a la que registró después de la crisis de 2001 cuando proliferaron masivamente drogas de bajo costo como el paco, que tienen efectos más nocivos que otros estupefacientes”, destacó.
#Adicciones Seminario sobre adicciones en contextos educativos junto al Intendente de Chascomús @javier_chgaston, el Dip. Nacional @LicDanielArroyo y el Director del Programa @woodesteban pic.twitter.com/9a7gu8OBFl
— Walter Martello (@WalterMartello) August 16, 2018
“En la Argentina, rige hasta fin de año la emergencia en adicciones que fue decretada en diciembre de 2016 por el gobierno nacional. El objetivo de la norma era adoptar una serie de acciones para un abordaje integral de la problemática, pero hasta el momento los resultados son prácticamente inexistentes», agregó.
«La situación económica, tras la devaluación, no ayuda en nada y debemos encarar de forma urgente políticas preventivas para evitar que las adicciones sigan creciendo”, dijo el Defensor del Pueblo Adjunto.
“Las propias estadísticas oficiales muestran que el 68% de la droga incautada, proveniente del exterior, es para consumo interno. Esto demuestra que la Argentina hace tiempo dejó de ser un país de tránsito para el narcotráfico”, concluyó Martello.
En la misma dirección, desde la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA) destacaron que la cifra es «más del triple» que la que se registraba en 2017, al tiempo que alertaron que la situación no ocurre únicamente en los barrios más pobres del Gran Buenos Aires, sino que también se da cada vez con más frecuencia en el interior del país.