El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva recibió un nuevo revés judicial con la decisión de un tribunal de apelación de rechazar su recurso con el objetivo de impugnar la condena a 12 años y un mes de prisión por blanqueo de capitales y corrupción, una condena que recibió recientemente.

El tribunal, compuesto por tres jueces ha tardado 15 minutos en decidir por unanimidad su rechazo al recurso presentado por los abogados de Lula. Y la consecuencia directa de esta sentencia es que el expresidente pasa automáticamente a formar parte de la lista negra de políticos condenados en segunda instancia, algo que en principio no le permitiría presentarse como candidato a las próximas elecciones presidenciales de octubre, aunque esto aún lo deberá decidir la justicia electoral brasileña.

Lula también está pendiente de lo que decida el tribunal supremo el próximo 4 de abril sobre un habeas corpus presentado por sus abogados para evitar que ingrese en prisión de inmediato.

La jurisprudencia brasileña autoriza a encarcelar a los acusados que hayan agotado las apelaciones en la segunda instancia, como ocurrió este lunes con Luiz Inácio Lula da Silva, de 72 años, presidente de la mayor economía latinoamericana entre 2003 y 2010.

Pero el Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema) le garantizó la semana pasada que no sería detenido al menos hasta el 4 de abril, cuando reanude la discusión de un ‘habeas corpus’ que podría permitirle mantener su libertad hasta que finalicen los recursos en todas las instancias judiciales superiores

De todo ello dependerá la campaña electoral de este año: si Lula sigue en libertad o no, y de si puede presentar su candidatura o no. Sondeos recientes lo sitúan a la cabeza en intención de voto.