A través de una resolución publicada en el Boletín Oficial, el Gobierno ofreció una recompensa de “1.000.000 destinada a quienes brinden datos útiles que sirvan para dar con la aprehensión de Sebastián Rodrigo Romero”.
Se trata del militante de izquierda, prófugo desde el 19 de diciembre del año pasado, un día después de haber protagonizado incidentes en el Congreso durante la protesta por la reforma previsional.
La resolución indica que el activista participó “en las conductas violentas desplegadas contra el personal de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que conformaba una línea de contención para evitar el avance del público hacia el Congreso de la Nación”.
Hasta el momento no hay información sobre su paradero, aunque desde hace meses rige la orden de captura nacional e internacional.
A pesar de eso, Romero publicó una carta en sus redes sociales a fines de marzo. El “hombre del mortero” que apuntaba a la policía con un arma de fabricación casera se victimizaba: “Hace más de tres meses no veo a mi familia, mis amigos, a mis compañeros de la fábrica, ni a mis vecinos. Estoy siendo perseguido como si fuera un terrorista.