Funcionarios mexicanos y estadounidenses de alto rango iniciaron conversaciones cara a cara en la Casa Blanca en busca de un acuerdo que evite los aranceles que el presidente Donald Trump amenaza con aplicar a las importaciones de México en el marco de una disputa por la inmigración ilegal.

Las primeras tarifas, de 5%, entrarán en vigor el próximo lunes, a menos que se logre un acuerdo que parece improbable pese a la voluntad de las partes de negociar y a la gran oposición y a las esperanzas de muchos legisladores del gobernante Partido Republicano.

Los aranceles acarrean enormes consecuencias para ambos países y marcan una gran divergencia ideológica entre Trump y su partido. La delegación estadounidense, encabezada por el vicepresidente Mike Pence, quería escuchar ideas de México en respuesta a las exigencias de Trump de que redoble esfuerzos para contener el avance por su territorio de migrantes de Centroamérica que se dirigen al Norte hacia Estados Unidos, dijo la Casa Blanca.

El asesor de Comercio de la Casa Blanca, Peter Navarro, dijo en una entrevista con CNN que había compromisos que México podía asumir para evitar los aranceles, los cuales, agregó, «podrían no tener que entrar en vigor precisamente porque tenemos la atención de los mexicanos».

Además, el legislador republicano, Chuck Grassley, presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, dijo a periodistas que México había presentado propuestas que esperaba pudieran resolver la disputa. «No va a haber aranceles; tienen una larga lista de cosas que van a ofrecernos, y esto impedirá que los aranceles entren en vigor», señaló.