Un ladrón murió de un balazo en el rostro a manos del dueño de la casa a la que ingresó a robar el sábado a la tarde junto a dos cómplices, en un barrio privado de la ciudad de Maipú, en la provincia de Mendoza.

Eugenio Natanael Brisset, de 27 años, pudo escapar de la escena pero la herida que le infligió el disparo terminó con su vida, en la madrugada de ayer, en el hospital donde había sido internado.

Asaltó una casa y el dueño lo mató de un tiro en la cabeza

El caso, investigado por el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello, podría quedar encuadrado en la figura de la legítima defensa.

De acuerdo a lo informado todo comenzó alrededor de las 16 del sábado, cuando un hombre se encontraba descansando en su casa del barrio privado Pinar del Sol de Maipú, cuando un ruido lo despertó, se levantó y caminando fue hasta otro lugar de la vivienda, desde donde pudo advertir la presencia de, por lo menos, tres sujetos que bajaban por una escalera.

Eso llevó al hombre a volver sobre sus pasos para tomar un arma que tenía guardada en uno de los dormitorios, con la que enfrentó a los tiros a los ladrones, uno de los cuales, al verse descubierto gritó: “tirale… tirale…”,  aunque en la escena no se encontraron otras armas, más allá del revólver calibre 38 utilizado por el dueño de casa, con el que efectuó varios disparos, poniendo en fuga a los sujetos sin que se concretara el robo. Según trascendió, el arma está “declarada”.

Después del llamado al 911,  personal de la comisaría 44 de Maipú llegó hasta el lugar, donde encontró a unos 15 metros de la entrada al complejo, el cuerpo de un joven con una herida de bala que había impactado sobre su maxilar izquierdo y una ambulancia lo llevó hasta el hospital Central, donde se conoció que el proyectil había quedado en la cabeza, herida que terminó con su vida, en la madrugada de este domingo.

La causa

Por este hecho, inicialmente intervino la fiscal de Robos y Hurtos, Florencia Díaz Peralta, sin embargo después, ante la muerte de uno de los ladrones, el expediente pasó a manos del fiscal Pirrello que, por el momento, no ha calificado el hecho, mientras está a la espera del expediente y de algunas medidas solicitadas.

El art. 34 Inc. 6° del Código penal argentino considera que no es punible a quien “obrare en defensa propia o de sus derechos, siempre que concurrieren las siguientes circunstancias: a) Agresión ilegítima; b) Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla; c) Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende.

En nuestro país, los mal llamados casos de «justicia propia» se remontan a junio de 1990, cuando el ingeniero Horacio Aníbal Santos, de 42 años, observó que le robaban el pasacasete de su Renault Fuego, por lo que salió en su persecución por unas 20 cuadras y cuando los alcanzó mató a ambos a tiros. Fue al primero pero después los hechos se sucedieron en todo el país y también en Mendoza. Entre ellos rescatamos dos ocurridos este años.