Autoconvocados junto a organizaciones sociales y de Derechos Humanos marcharon el sábado a la tarde desde el monumento a San Martín, en Pedro Luro e Hipólito Yrigoyen, hasta la tradicional rambla de Mar del Plata en repudio al beneficio de la prisión domiciliaria otorgado la semana pasada a Miguel Etchecolatz, condenado por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura.
Una gran bandera que decía “La única casa para un genocida es la cárcel” encabezó la marcha multitudinaria integrada por organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales, partidos polìticos, hijos recuperados y de genocidas.
“Olé olé, olé ola, como a los nazis les va a pasar, a dónde vayan los iremos a buscar”, fue uno de los cánticos más repetidos a lo largo de la movilización de la que participaron las referentes de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, Toty Almeida, Ledda Barreiro y Susana Bedrossian de Abachian; la titular de Correpi, Maria del Carmen Verdiú; los polìticos Vilma Ripoll y Néstor Pitrola; la sobreviviente de la Noche de los Lápices, Emilce Moler; Rubén, el hijo del desaparecido Julio López; la diputada Fernanda Raverta y las concejalas Marina Santoro y Virginia Sívori, entre otros.
“Han transcurrido 35 años desde la recuperación de la democracia en Argentina, donde resistimos procesos de demonización de las luchas populares, sufrimos la obediencia debida, el punto final, el indulto y asistimos a la perpetuidad y continuidad de gran parte de la estructura del poder judicial que fue herramienta legitimadora del horror durante la dictadura cívico-militar”, se expresó a través de un documento elaborado por los organizadores.
“No se logró transformar el sistema de justicia -continuaron-, la democratización profunda y necesaria del poder judicial no solo no fue posible, sino que hoy continua manteniendo la misma impronta que 41 años atrás”.
La magnitud de la marcha se dimensionó por la extensión de la misma: cuando los oradores comenzaron con sus discursos en la Plazoleta Almirante Brown, algunas columnas todavía marchaban por la calle Buenos Aires.
Mientras que la presencia fue calculada en “40 mil” asistentes por los organizadores, personal de Tránsito municipal estimó que hubo “entre 12 mil y 15 mil participantes”. Hoy, a las 18, habrá un nuevo escrache en el Bosque Peralta Ramos, frente a la casa del represor.