El jefe de Gabinete, Marcos Peña, brindó este mediodía el informe de gestión ante la Cámara de Diputados, donde defendió las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y aseguró que ahora el desafío es «lograr una mayor velocidad en el camino hacia el equilibrio fiscal».

Fue su tercer y más caliente informe de gestión en Diputados. Con la palabra “mentira” como denominador común, y con archivos periodísticos, la oposición buscó quebrar el discurso del jefe de Gabinete y sacar rédito del desgaste que el Gobierno acarrea en materia económica.

Al brindar un nuevo informe de gestión durante la sesión informativa en la Cámara baja, el funcionario sostuvo: «Ya hemos pasado por la etapa más difícil. Al mismo tiempo, nos enfrentamos a un tiempo histórico, ya que esas herramientas como podría ser un acuerdo con el FMI o con otros prestamistas nos exigen un mayor esfuerzo en términos de poder construir los acuerdos necesarios para lograr una mayor velocidad en nuestro camino hacia el equilibro fiscal».

Resultado de imagen para informe de gestion camara diputados

En ese sentido, Peña reiteró el diagnóstico de que la «situación de inestabilidad cambiaria» que generó una corrida del dolar y pérdida de reservas fue producto de una combinación de «factores externos e internos» que indicaban una reducción de la confianza en el país por parte de los inversores.

«Gracias a las medidas que fuimos tomando en el diseño del programa económico y en el fortalecimiento de nuestro Banco Central pudimos contar con las herramientas necesarias para terminar con esa volatilidad», sostuvo el jefe de Gabinete.

En el recinto, los diputados del Frente para la Victoria y la Izquierda pegaron carteles que rezaban: «Macri miente». La palabra «mentira» se escuchó en casi todos los discursos del FPV, la primera bancada en tomar la palabra, y se repitió en los demás opositores.

El interbloque de Argentina Federal también buscó resquebrajar el discurso. «Quisiera saber si usted mintió en el informe anterior o si cambió de opinión con el tema de los impuestos internos con la cerveza”, lo chicaneó el mendocino Rubén Miranda.

Desde el massismo, Graciela Camaño criticó al Gobierno durante el informe de gestión del jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la Cámara de Diputados. La diputada del Frente Renovador cargó contra las medidas que llevó adelante Cambiemos y aseguró que su objetivo económico «es rezarle a ‘San Fondo Monetario Internacional'».

La legisladora cuestionó que el Ejecutivo «sigue diciendo lo que va a hacer, hablando del porvenir y tratando de organizarse”. Y dijo que todas las fuerzas que participaron de las elecciones presidenciales del 2015 sabían que la Argentina enfrentaba dificultades extremas, pero que “había una oportunidad». “El 2015 no fue el 2001 porque teníamos la posibilidad del endeudamiento y eso era la garantía de gobernabilidad», consideró.

Luego, Peña fue consultado acerca de por qué el Gobierno eligió al FMI cuando aún había otras alternativas de financiamiento, a lo que respondió: «¿Por qué se fue al Fondo Monetario si había otras posibilidades? Sabemos que eso no es cierto. Primero porque el prestamista de última instancia diseñado por el sistema multilateral para ocupar este rol es el Fondo Monetario. El BID, el Banco Mundial, la CAF, entre otros,  fomentan y financia obras de desarrollo y venimos trabajando muy bien con ellos. Pero no ocupan el lugar que ocupa el Fondo Monetario en el sistema internacional como prestamista de última instancia».

Y amplió: «Acá se está pidiendo un financiamiento preventivo. Lo que se está discutiendo es un planteo de condiciones hacia el equilibrio fiscal, porque el Fondo Monetario al igual que las principales economías del planeta ratifican que la Argentina está yendo en el camino correcto».

La lista de inquietudes que enviaron los diputados en la previa fue record, ya que Peña recibió más de 2.000 preguntas, que abarcaron desde la cuestión tarifaria y el programa económico, a la situación del PAMI, aspectos vinculados a la transparencia y a los conflictos de intereses de los funcionarios, hasta la búsqueda del ARA San Juan o los viajes presidenciales en vuelos privados.