El presidente Mauricio Macri hizo una autocrítica hoy al considerar que en su Gobierno “pusimos metas demasiado optimistas y tal vez eso irritó a alguien”, y admitió que, tras la corrida que provocó una devaluación del 20 por ciento del peso, «va a haber un poco más inflación y un poco menos crecimiento». 

“La autocrítica que me hago es que siempre he sido muy positivo.Tal vez puse metas ambiciosas para todos y no dijimos el diagnóstico duro”, sostuvo el jefe de Estado en una conferencia de prensa que brindó esta tarde en la residencia de Olivos, luego de que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, encabezara en el mismo lugar una reunión de la mesa política con la nueva integración dispuesta por el mandatario para analizar la coyuntura económica y social.

 

Respecto a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Macri planteó que «es una herramienta» que nos dará más «estabilidad». «No nos tiene que incomodar, el Fondo es una institución seria con la que uno hace buenos o malos acuerdos. Vamos a hacer un buen acuerdo», expresó.

«Estamos gastando como Estado más de lo que ingresa, dependemos de que el mundo nos preste dinero para financiarnos«, explicó el primer mandatario, y agregó: «Lo que pasó es que el mundo ha decidido que la velocidad con la que nos habíamos comprometido a reducir el déficit fiscal no es suficiente, por eso tenemos que acelerar».

Asimismo, planteó que «tenemos que terminar con la historia de parche y mentiras» porque «no nos va a llevar a ningún lugar». «Ya he hablado con gobernadores y senadores de distintos espacios, porque tenemos que sentarnos a pensar cómo vamos a conseguir algo que la Argentina no logra hacer hace mas de 70 años».

A la reunión que precedió la conferencia, en la quinta de Olivos, asistieron el ministro de Interior, Rogelio Frigerio; el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y el referente de la UCR Ernesto Sanz.

Las deliberaciones, de las que no participó Macri, quien entre otras actividades recibió las cartas credenciales de nuevos embajadores, entre ellos el de Estados Unidos, continuaron luego en un almuerzo, según indicaron fuentes gubernamentales.

La decisión de Macri de reconfigurar y reincorporar algunas figuras a esta mesa de decisiones obedece al propósito de “buscar acuerdos políticos para dar una nueva dinámica al Gobierno, reconstruyendo el diálogo y profundizándolo”, comentaron las fuentes.

De este modo, se incorporó Fernando Sánchez (Coalición Cívica), cercano a a la diputada nacional Elisa «Lilita» Carrió, y regresó el ex senador Ernesto Sanz (UCR), uno de los fundadores de Cambiemos a la mesa de coordinación, mientra se determinó que Frigerio y Monzó también tendrán mayor participación.

En esta oportunidad, no asistieron la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, ni el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, habituales participantes de la mesa chica del Gobierno, ocupados por compromisos de gestión, indicaron las fuentes.

Corrida superada

Por su parte, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, dio por superada este miércoles el episodio de volatilidad cambiaria de las últimas semanas y aseguró que ahora el foco es encauzar la inflación. Además, negó que el país haya sufrido una corrida cambiaria

“Pasadas estas turbulencias la inflación vuelve a ser nuestro objetivo”, afirmó durante la presentación del Informe de Estabilidad Financiera del primer semestre.