Muchos temas, poco tiempo. Recién llegado de EE.UU., Mauricio Macri hará la primera maniobra política para avanzar con el «reformismo permanente» que lanzó el lunes 30 de octubre y contempla un temario denso y delicado.
A las 12, Macri abrirá el Salón Eva Perón para una charla con los gobernadores de todas las provincias y todos los partidos en busca de un compromiso de los mandatarios para discutir y avanzar sobre su menú de reformas.
Entre el lunes y ayer, Rogelio Frigerio hizo de fronting en un intento por depurar el malestar de las provincias con la reforma tributaria de Nicolás Dujovne. La intención es que los temas «bilaterales» no intoxiquen la cumbre grande.
«Mauricio va a escuchar a los gobernadores pero también tiene cosas para decir», anticipan en Gobierno donde estudiaron el paper de los mandatarios opositores que gira sobre dos ejes: el Fondo del Conurbano y el presupuesto 2018.
De antemano, en Casa Rosada avisan que varios de los 11 puntos que las provincias objetan no serán aceptados. Ministros y delegados de 16 distritos redactaron un documento para presentarle a Macri: piden ampliar el reparto de ATN, flexibilizar el endeudamiento provincial y, entre otros puntos, coparticipar lo que se recaude por el «revalúo impositivo».
Macri espera a los mandatarios con un punteo propio. El libreto oficial sostiene que la reforma tributaria es neutra para las provincias -salvo en zonas puntuales- porque no altera los ingresos coparticipables. Es la tesis que defiende Dujovne.
El staff macrista empuja un acuerdo global donde vayan atados el Presupuesto 2018 -donde las provincias quieren introducir cambios-, la reforma Tributaria y, el renglón, más picante: la reforma Previsional.
«Nosotros estamos dispuestos a pagar el costo de esa reforma y sabemos que ellos le van a correr el cuerpo», torean desde Casa Rosada. Ayer, entre peronistas circuló la versión de que Macri podría pedirle que firmen un documento de respaldo a los proyectos.
Otra carta es el régimen de Responsabilidad Fiscal, que se volcó en un proyecto redactado por el Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal, que integran las provincias. Macri enfocará sobre ese tema sabedor de las muchas ocasiones que se firmaron acuerdos de equilibrio fiscal que jamás de cumplieron.
Entre los gobernadores, al menos los peronistas, hay un punto ciego referido al Fondo del Conurbano. La reunión, con foto social incluida entre Vidal y Ricardo Lorenzetti, alteró a los mandatarios que temen un fallo que perforaría las cuentas provinciales.
En estas horas bosquejaron una oferta: dar de baja el artículo 104 de la Ley de Impuesto a las Ganancias, que fija asignaciones específicas, que elimina el Fondo del Conurbano, pero derivaría más recursos para Buenos Aires.
El grupo CFI, que nuclea a las provincias opositoras, propone una «solución política» a esa discusión pero Vidal avisó que está dispuesta a negociar sin resignar su demanda y Macri no está dispuesto a cubrir el agujero fiscal en las provincias ante un eventual fallo de la Corte.
En estas horas circuló, como indicio de calma, que el máximo tribunal no contemplaría dictar una cautelar -como pidió Vidal- sino que embarcaría en el lento y largo proceso de un litigio convencional que podría demandar incluso más de un año.
Macri estará acompañado por Frigerio, Dujovne y Marcos Peña mientras que salvo Rodríguez Saá, que enviaría a su vice, están confirmados los representantes de los otros 23 distritos. Hasta anoche, en Casa Rosada solo anotaban un ausente con aviso: el puntano Alberto Rodríguez Saá.
Además de los cinco de Cambiemos, estarán los peronistas Sergio Uñac, Juan Manzur, Juan Manuel Urtubey, Domingo Peppo, Gustavo Bordet y Juan Schiaretti -los dos últimos viajaron con Macri a EEUU- y los provinciales Miguel Lifschitz, Alberto Weretilnek, Domingo Passalacqua y Omar Gutiérrez. Por Santiago del Estero, que eligió gobernador en octubre, esperan a Gerardo Zamora, mandatario electo y esposo de la actual; Claudia Ledesma.