«Soy candidatísimo a la presidencia«, afirmó el ex presidente Luiz Inácio Lula da SIlva, detenido hace un mes en la ciudad sureña de Curitiba, durante la visita que le realizó el teólogo de la liberación Leonardo Boff, uno de sus principales consejeros espirituales y amigo desde hace cuatro décadas. El ex sacerdote y teólogo comentó el contenido de su conversación mantenida con Lula en la sala donde está detenido el ex presidente.

El encuentro se dio en la sala de la sede de la Policía Federal de Curitiba, donde hoy cumple un mes de su condena de 12 años y un mes por corrupción. Boff logró un acuerdo con los jefes policiales para visitar a Lula, luego de que la jueza Carolina Lebbos le negara hace dos semanas el ingreso a él y al argentino Adolfo Pérez Esquivel, Nobel de la Paz 1980, lo que despertó un profundo malestar entre el círculo más íntimo del ex mandatario.

Según contó Boff a la salida, Lula le dijo que es «candidatísimo» a los comicios del 7 de octubre, en los cuales aparece como amplio favorito en los sondeos, pero debe aún esperar la autorización, a partir del 15 de agosto, de la justicia electoral para presentarse con una condena confirmada jen segunda instancia. «Encontré un viejo amigo y recordamos muchas cosas. Lula está bien, con entusiasmo y vigor pese a vivir una detención en una carcel solitaria”, dijo.

“El me dijo que le confirme a la prensa lo siguiente: ‘soy candidatísimo, renunciaré a serlo el día en el cual el juez Sèrgio Moro me presente una prueba por la cual fui condenado«, advirtió el teólogo, al salir de la prisión, tras la breve visita que se le permitió al ex presidente de Brasil, condenado por considerar que la empresa constructora OAS le dio como un soborno un apartamento en la playa de Guarujá, estado de San Pablo.

«Soy candidatísimo, renunciaré a serlo el día en el cual el juez Sèrgio Moro
me presente una prueba por la cual fui condenado».
Dijo Lula desde la carcel de Curitiba. 

Al cumplirse un mes de su detención este lunes, Lula le dijo a Boff que en caso de poder ganar las elecciones «gobernará para los más pobres, para transformar la miseria y el hambre en participación ciudadana». «El dijo que hará todo lo bueno de su anterior gestión pero que esta vez convertirá en cuestión de Estado presupuestaria, con el norte puesto en gobernar para los excluidos», comentó Boff, expulsado de la Iglesia Católica en los años ochenta.

Según Boff, Lula está «indignado con parte del Poder Judicial y el juez Moro, a quien pide probar las mentiras con las cuales basó la condena». «Lula me dijo: »Nunca le di nada a nadie ni recibí nada de nadie. Soy un sobreviviente, si no morí de hambre a los 5 años, puedo resistir, con el apoyo de la gente que se manifiesta en Curitiba», narró a la prensa, desde las inmediaciones de la cárcel.

Lula cuenta con una carta jurídica esta semana para intentar su libertad. La Sala II del Supremo Tribunal Federal debe definir hasta el jueves si vota a favor de declarar ilegal el procedimiento usado por Moro para detenerlo. La defensa de Lula presentó un recurso ante la máxima corte porque Moro obvió un último paso procesal ante la cámara de apelaciones de Porto Alegre para determinar la prisión del líder del Partido de los Trabjadores.

La Sala II del Supremo Tribunal Federal debe definir hasta el jueves
si vota a favor de declarar ilegal el procedimiento
usado por Moro para detenerlo.

De todos modos, esa cámara, el tribunal regional 4 de Porto Alegre, rechazó los recursos de queja finales a la segunda instancia y confirmó la pena unánime contra el ex mandatario. Asimismo, Lula también pidió a la corte declarar inconstitucional la jurisprudencia de 2016 que permite detener a condenado en dos instancias, contra lo que indica la Carta Magna y que no se habría respetado en su caso.

La declaración de Lula sobre su candidatura viene en el momento en que parte de la izquierda abrió el debate sobre el quinto colocado en las encuestas, Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), quien ha tenido varios desencuentros con la cúpula del PT. El Ministerio Público, integrado por los acusadores de Lula, negaron una cinta mecánica para hacer ejercicios y un frigobar pedido por la defensa del ex mandatario.