A través de un decreto del Ministerio de Transporte, el Gobierno de Mauricio Macri modificó la Ley Nacional de Tránsito. Ahora, todos los niños menores de 10 años en la Argentina deberán viajar en el asiento trasero de los autos y utilizar siempre una silla de seguridad, que cuesta entre mil y cinco mil pesos.

Es la primera vez en 23 años que se reglamenta un artículo de la ley. La medida es de aplicación efectiva en todo el país, a excepción de las provincias de Mendoza, Córdoba, Capital Federal y Santa Fe, que tienen legislación propia al respecto.

En el caso de la ciudad de Buenos Aires, la norma especifica que deben hacerlo los menores de 12 años y de menos de un metro y medio de estatura. .

 

En la flamante medida decretada por la cartera que conduce Guillermo Dietrich, no se especifican parámetros de medida o de peso de los niños. Este detalle puede ser importante ya que, en un eventual accidente, la medida de seguridad puede ser contraproducentes si la contextura física del menor excede los parámetros de contención que ofrece la “sillita”.

La resolución aclara que que “los menores de diez (10) años deben viajar sujetos al asiento trasero, con el Sistema de Retención Infantil homologado al efecto, en relación a su peso y tamaño”.

En Argentina no hay cifras oficiales de muertes en accidentes de tránsito, pero los números relevados por distintas organizaciones dedicadas a la concientización vial hablan de más de siete mil muertos por año, triste record en toda Latinoamerica.

La asociación Luchemos por la Vida precisó que la suma en 7.213 fallecidos durante 2017, lo que implica la escalofriante cifra de 20 muertes diarias y 600 mensuales en las rutas nacionales.