Apenas un puñado de días antes del anuncio oficial de ayer, en el que se corrió la meta inflacionaria del año próximo al 15%, el Gobierno había dado una señal ambigua: en su rol de empleador, acordó un aumento salarial de 17% con los empleados de Intercargo, la firma estatal que se dedica a la atención en tierra de los aviones, y replicó un trato casi idéntico con el personal y los pilotos de Aerolíneas Argentinas.
En ambos casos, tanto fuentes oficiales como sindicales admitieron que el aumento de bolsillo sería superior al 20%, producto de retribuciones no remunerativas, pagos extras por productividad y otros ítems adicionales.
En los gremios tomaron el giro del Gobierno como «un sinceramiento» y «una aproximación a la realidad». Uno de los que se refirieron al anuncio oficial fue Héctor Daer, uno de los integrantes del triunvirato de mando de la CGT. «Ningún empresario podrá ahora ofrecer un 10% de aumento como piso. Ahora, partimos desde un piso diferente y las paritarias no podrán cerrar por menos de 15%», dijo ayer el referente del gremio de la sanidad.
«Nos ofrecieron un 9% la semana pasada y ahora el mismo Sturzenegger anuncia que la meta es del 15%, no entendemos nada», se sorprendió un dirigente bancario.
Sergio Palazzo, el jefe de la AB, ya disparó su cláusula gatillo por el acuerdo de 2017, ya que la inflación superó el 19,5% que pactó de manera anual. Podría seguir una estrategia similar para la negociación de este año.
El martes pasado, en una cumbre sindical en la Uocra, de la que participaron Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, el tema paritario dominó parte de la agenda. «No vamos a avalar el techo de 16% que el Gobierno pretende imponer», dijo uno de los asistentes.
Hay otra paritaria que podría echar por tierra los planes inflacionarios del Gobierno. Se trata de la del sindicato de tintoreros, que alcanzaría al 30%, pero el Ministerio de Trabajo debió extender el trato a 18 meses para que no se salga de la media del resto de las actividades.
Ya se dio el campanazo de largada para las paritarias de 2018, pero aún hay acuerdos pendientes de este año por la cláusula gatillo y por la demanda de un bono de fin de año.
Armando Cavalieri, líder del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), desistió de ejecutar la cláusula para reabrir la paritaria «por dos o tres puntos». El jefe mercantil buscará compensar con un bono de $ 1500 o 2000 o añadirlo en la paritaria de 2018 como pago no remunerativo.
Siguen con atención el curso de los aumentos de precios otros gremios como el de la Sanidad y Alimentación, que cerraron paritarias con porcentajes que sólo podrían revisarse si la inflación superara el 23% y el 24%, respectivamente. Hasta noviembre, la inflación del Indec ya había acumulado 21% y para diciembre se estima que podría tocar el 3%.