La revista médica The Lancet publicó un estudio global sobre la salud de los adolescentes del mundo, que monitoreó 12 indicadores de salud y bienestar para jóvenes entre los 10 y 24 años en 195 países, y determinó cómo han cambiado para peor entre 1990 y 2016.

Los indicadores incluyeron los resultados de salud (años de vida ajustados por discapacidad [AVAD] debido a enfermedades transmisibles, maternas y nutricionales, lesiones y enfermedades no transmisibles); riesgos para la salud (consumo de tabaco, consumo excesivo de alcohol, sobrepeso y anemia); y los determinantes sociales de la salud (fertilidad en la adolescencia; finalización de la educación secundaria; no en educación, empleo o capacitación [NEET]; matrimonio infantil; y demanda de anticoncepción satisfecha con los métodos modernos).

Con datos del Estudio de la carga mundial de enfermedades, lesiones y factores de riesgo (GBD) 2016, la Organización Internacional del Trabajo, las encuestas de hogares y el conjunto de datos de educación de Barro-Lee, llegaron a una conclusión: los adolescentes de hoy tiene una salud más deficiente que la de los adolescentes de hace 30 años. 

Hay algo positivo. Por un lado, desde 1990 hasta 2016, hubo una disminución de la carga de la enfermedad en muchos países, incluso en la población más pobre. Sin embargo, hay más adolescentes en riesgo que nunca. En 1990, 250 millones de adolescentes menos vivían en países con cargas de enfermedad. 

Sobrepeso


Matrimonio Infantil forzado

El matrimonio infantil sigue siendo común, con un estimado de 66 millones de mujeres de 20 a 24 años casadas antes de los 18 años. Si bien la paridad de género en la finalización de la escuela secundaria existe a nivel mundial, la prevalencia de matrimonio infantil forzado sigue siendo alta para las mujeres jóvenes en países con ingresos bajos, lo que sugiere pocas oportunidades para ingresar a la fuerza laboral en estos entornos tiene efectos sobre la salud de las niñas y adolescentes.

Enfermedades no transmisibles

Las enfermedades no transmisibles (ENT) representaron más de la mitad de la carga de la enfermedad en los adolescentes, y fueron la principal causa de mala salud para los adultos jóvenes en todos los entornos.


Tabaco

Los fumadores adolescentes disminuyeron en un 20%, de 174 millones en 1990 a 136 millones en 2016, sin embargo, la proporción de fumadores en países con múltiples cargas aumentó sustancialmente.

“La salud, la educación y los sistemas legales no han seguido el ritmo de las cambiantes necesidades de los adolescentes y los cambios demográficos. La inequidad de género sigue siendo un poderoso impulsor de la mala salud de los adolescentes en muchos países”, escriben los investigadores.

De acuerdo con Intramed, un área de progreso claro ha sido la finalización de la escuela secundaria, particularmente para las niñas. Aun así, solo alrededor de la mitad de los adolescentes del mundo están completando la educación secundaria y el número absoluto de adolescentes que no completaron la educación secundaria en 2010 ha cambiado poco respecto de los 20 años anteriores. Se observaron avances en partos vivos entre madres adolescentes, un importante determinante de la salud para niñas y mujeres jóvenes, pero la tasa de partos vivos sigue siendo alta en muchos países con múltiples cargas y exceso de lesiones.