Cuando Mauricio Macri estaba en campaña aseguró que «bajar la inflación era la tarea mas fácil que iba a tener». Sin embargo, los datos y estadísticas lejos están de darle la razón.
A los datos publicados por el Indec, se le suma la comparación con otras economías de la región y los resultados no son nada alentadores.
La Argentina mantiene uno de los peores récords de América. Desde hace años ocupa, y 2017 no fue la excepción, el segundo lugar en el ranking de los países con mayor inflación, detrás de Venezuela que atraviesa una profunda crisis económica.
Detrás de la Argentina, tercero en el ranking, apareció México, nación con la que suele compararse el país por sus similitudes en cuanto a la matriz industrial. Allí la suba de precios del año pasado tuvo su mayor variación desde 2000 y cerró en 6,77%, principalmente por el aumento de los combustibles. En cuarto lugar, en tanto, aparece Uruguay, donde la inflación acumuló en los últimos doce meses un 6,55%.
Al país de Tabaré Vázquez le siguieron Guatemala (5,68%), Nicaragua (5,68%), Colombia (4,09%) y Paraguay (4,5%), todos a una enorme distancia de la inflación argentina en 2017.
La variación de precios se situó por primera vez en 18 años por debajo de la meta fijada por el gobierno brasileño, que era del 4,5%, con un margen de tolerancia de un punto y medio porcentual hacia arriba o hacia abajo.
Detrás de Brasil se situaron en el ranking Bolivia (2,71%), Costa Rica (2,57%) y Chile (2,3%). En este último país, la tasa de inflación fue la más baja en los últimos cinco años. Cierran, en tanto, El Salvador (2%) y Perú (1,36%). La novedad fue Ecuador, el único país con deflación: -0,2%.