Las ventas minoristas cayeron el 27,7% a nivel país durante julio, según informó la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). La baja alcanzó tanto a los locales físicos como a la modalidad on line, que a pesar de registrar un nuevo récord en la demanda durante el Hot Sale, que se llevó adelante entre el 27 y el 29 de julio -en algunos casos se extendió hasta ayer con la consigna Hot Week-, no logró revertir el promedio mensual de unidades vendidas.

De acuerdo al relevamiento de la CAME, la retracción en las ventas en la región del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) llegó al 36,3%, mientras que en el resto del país -con muchas ciudades del interior trabajando con mayor normalidad- alcanzó al 13,7%. A su vez, sin incluir las actividades esenciales como alimentos, farmacias y ferreterías, revelaron que el declive asciende al 33,8%.

“Tras más de 130 días de cuarentena, algunas ciudades del interior del país, sin casos de Covid-19, normalizaron sus actividades comerciales hasta el límite que permiten los protocolos que hay que cumplir, aunque afecten la eficiencia en la producción y las ventas”, señalaron desde el organismo.

Tal como ya lo había advertido el mes pasado la Cámara de Comerciantes del Microcentro de Paraná, la CAME señaló que un rubro que sigue muy afectado por su relevancia en el empleo y la contención social, es el de los locales de indumentaria: las ventas anuales se redujeron un 41,3% en promedio a nivel país.

 

 

En Paraná -donde los negocios abrirán a partir de hoy de 10 a 18, siguiendo con las medidas de seguridad que indica el protocolo para el sector-, los comerciantes recordaron que ya en los últimos años venían atravesando un período recesivo, que la pandemia agravó, y estiman que “llevará un tiempo recobrar los niveles productivos y de ventas de años atrás”.

En tanto, en el AMBA la baja en el rubro indumentaria se extendió al 49%, ya que los locales se mantuvieron mayormente cerrados y lo que movió la actividad fue más que nada la venta virtual.

En el interior el achicamiento fue más leve, porque las tiendas en general abrieron, pero igualmente la gente compró poco. Hubo muchos cierres de comercios en todas las provincias, y en la Peatonal y calles aledañas de la capital entrerriana se estima que alrededor de 60 bajaron sus persianas. “Ninguna de las firmas del sector entrevistadas tuvo aumentos en sus ventas. Se trata de un rubro muy golpeado, donde los empresarios textiles están viviendo la situación con mucha angustia”, según manifestaron los referentes de la Cámara que nuclea a las pymes.

También el sector de calzado y marroquinería está seriamente afectado por la crisis que generó la pandemia del Covid-19. Con una reducción general promedio del 44,9%, pero que llega al 67% en la zona AMBA, se movió con muy pocas ventas y serios problemas de liquidez. Sobre este punto, en CAME advirtieron: “En el sector esperan un mejor agosto en la medida que se flexibilice la cuarentena, pero también es un hecho que sin ingresos en los hogares será difícil remontar rápido la coyuntura”.

Una circunstancia parecida atraviesa el rubro de mueblerías, decoración y textiles para el hogar, en el que las operaciones declinaron un 32,1% en el promedio a nivel nacional, pero con diferencias bien marcadas: el 41% de caída en AMBA y el 17,7% en el resto del país. Hubo muchas liquidaciones y en el caso de muebles, desabastecimiento por las dificultades de traslado. No obstante, destacaron que en este sector se registraron algunas contrataciones de jóvenes para desarrollar el canal on line.

En Paraná, los referentes del sector comercial remarcaron que además de las bajas ventas, las mayores dificultades que enfrentan son los altos costos fijos que deben afrontar, como alquileres, salarios, impuestos y servicios.

Panorama

En su análisis, la CAME reveló que “todos los rubros medidos finalizaron en baja afectados por la disminución en los ingresos, la menor circulación de gente en las calles, y las escasas posibilidades de empleo en un contexto donde muchos negocios están cerrando sus puertas al no poder sostener sus gastos fijos”.

A su vez, indicó que en los primeros siete meses del año, el comercio minorista pyme acumuló una caída anual del 31,6% frente a iguales meses del año pasado, según la medición hecha por la entidad en base a 1.100 comercios de todo el país relevados entre el 30 de junio y el sábado 1° de agosto por un equipo de 30 encuestadores localizados en las capitales del país, el Gran Buenos Aires (GBA) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

De acuerdo a los datos obtenidos, el ramo con menor retroceso interanual en el mes fue nuevamente el de las farmacias, con una baja del 9,4%, siempre medidas en cantidades, donde los locales consultados se mantienen con una actividad de normalización. No obstante, en la zona del AMBA la caída alcanzó al 14,8%.

El segundo sector con menor descenso fue alimentos y bebidas, que registró un 14,6% menos, comparado con julio de 2019. “La disminución es muy importante por lo que significa ese rubro. En el caso de la zona AMBA donde las operaciones decrecieron un 19,3% anual, la explicación hay que buscarla en el fuerte traslado de ventas hacia los hipermercados, que afectó a la pyme”, explicaron desde CAME, y refirieron: “En el interior del país, la declinación fue más suave, ya que en muchas ciudades los almacenes son más chicos, y en caso de haber supermercados, la gente prioriza comprar en el local de barrio”.