Según las últimas estadísticas del Ministerio Público bonaerense, el 24,86% de las investigaciones penales por infracciones a la ley de estupefacientes en 2016 tuvieron que ver con hechos vinculados a la tenencia para consumo personal, mientras que solo el 5,84% a la tenencia simple.
En los departamentos judiciales de Necochea y San Nicolás las investigaciones iniciadas a partir de denuncias por tenencia para consumo personal superan el 70%, mientras en regiones como Azul, Trenque Lauquen y Pergamino están por encima del 40%.
“Si bien la incidencia de las causas por consumo personal viene bajando a nivel nacional y provincial, en algunos departamentos judiciales se registran tasas muy elevadas y, en algunos casos, incrementos interanuales llamativos en cuanto a la cantidad de investigaciones penales preparatorias (IPP) iniciadas por tenencia de estupefacientes para consumo personal”, explicó el Defensor del Pueblo Adjunto bonaerense y responsable del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, Walter Martello.
En cambio, en el fuero federal, las investigaciones que se iniciaron entre 2011 y 2016 en la provincia de Buenos Aires representaron el 39%. Se estima que en la Argentina se consumen -en promedio- 13.341 kilos de cocaína y 184.991 kilos de marihuana. Y si bien el aumento de incautaciones registrado fue muy importante en los últimos dos años, «no debe perderse de vista el enfoque sobre la demanda», sostuvo Martello.
Jóvenes y mujeres
Contrariamente a lo que se cree, la participación de jóvenes de 16 y 17 años en delitos vinculados a la infracción a ley de estupefacientes representaron solo un 2,59% del total de la IPP iniciadas en el fuero penal juvenil bonaerense durante el año 2017.
No obstante, se registra que son jóvenes los que colman las cárceles de la Provincia: la mayoría de los presos tienen menos de 30 años y uno de los principales motivos que lo llevan a delinquir está estrechamente relacionado con las adicciones.
Un relevamiento realizado el año pasado por el Ministerio de Justicia de la Nación, en base a una encuesta realizada a más de 1000 presos de hasta 25 años, mostró que el 60% dijo haber estado bajo los efectos de la droga o el alcohol durante su primer delito. Y el 65% afirmó haber cometido un robo intrafamiliar para comprar estupefacientes. La gran mayoría también reconoció que compraba droga con el dinero obtenido en hurtos.
El Defensor del Pueblo Adjunto bonaerense también describió la cuestión de género y adicciones: “Encontramos que, de las 726 mujeres que se encontraban en las cárceles federales en diciembre del 2015, 444 fueron acusadas por infracciones a la Ley 23.737, es decir, el 61,2% de la población total femenina”, destacó Martello. Esta tendencia también se registra en el sistema carcelario bonaerense: la infracción a la ley de estupefacientes es el principal delito que lleva al encarcelamiento de mujeres (34% de la causas), seguida por el “robo agravado por uso de armas” (18%) y el homicidio (8%).
A su vez, la incidencia de los delitos vinculados con drogas en la población carcelaria femenina es casi cuatro veces superior que la población masculina que está tras las rejas o en prisión domiciliaria: 34% contra 9%. Además, el número registrado en 2017 de mujeres encarceladas por este tipo de delitos fue 16% superior respecto a 2016.
“Es indispensable que las adicciones se traten exclusivamente como un tema de salud pública y se activen todos los dispositivos institucionales que existen, los cuales en muchos casos fueron creados por ley”, explicó Martello. Y puso como ejemplo la Ley Nacional N° 26586, mediante la cual se crea el Programa Nacional de Educación y Prevención sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de Drogas.