Con una oferta anunciada más una yapa, el gobierno de la provincia de Buenos Aires arrancó esta tarde en la sede del ministerio de Economía bonaerense la negociación con los gremios docentes, de cara al inicio del ciclo lectivo 2018.
Los representantes de los maestros rechazaron el primer ofrecimiento oficial: un aumento de 15% sin cláusula gatillo a pagar en tres tramos, en el primer mes de cada uno de los cuatrimestres, más un plus de 4.500 pesos por única vez para los docentes titulares que no faltaron durante el ciclo 2017.
Así las cosas, el salario mínimo de bolsillo de una maestra de grado que recién se inicia, actualmente de $12.500, alcanzaría desde septiembre los $14.375. “Es decir que dentro de nueve meses estaría más de dos mil pesos por debajo de la canasta básica del Indec”, resaltaron delegados del Frente Gremial.
Después de dos horas, los gremios se retiraron del encuentro con un pedido para que la administración Vidal convoque a una nueva reunión «urgente» y sobre la base de una oferta reformulada para evitar el inicio de un conflicto que ponga en riesgo el arranque del ciclo lectivo. Recibieron esa respuesta los ministros de Trabajo, Marcelo Villegas; de Educación, Gabriel Sánchez Zinny; y de Asuntos Públicos, Federico Suárez;
La representación sindical, liderada en el encuentro por el jefe del Suteba, Roberto Baradel; la titular de la FEB, Mirta Petroccini; el líder de Udocba, Miguel Díaz; y referentes de Sadop, UDA y Amet; rechazaron la propuesta y repitieron su pedido de una mejora mínima del 20% y garantía de ajuste automático por inflación.
«No podemos aceptar $ 625 por mes en la situación inflacionaria que tenemos, esperemos que hagan una nueva propuesta, no pueden esgrimir que no tienen dinero porque tienen 40 mil millones de pesos más por el Fondo del Conurbano», cuestionó Baradel. A su vez, Petroccini apuntó: «El gobierno quedó comprometido a hacer una nueva convocatoria, no hay fecha pero la solicitamos con carácter urgente porque los tiempos apremian».
En tanto, el ministro de Trabajo defendió la oferta y pidió a los docentes que la demora en la negociación «no sea un obstáculo» para que las clases comiencen el 5 de marzo. Sobre ese punto, Petrocini remarcó al término de la reunión que “nadie habló de medidas de fuerza”, pero dejó en claro que los gremios reclamaron “una propuesta seria y sustentable que incluya una cláusula gatillo”, mecanismo utilizado en 2017 que, cada tres meses, actualiza automáticamente el salario si la inflación oficial supera el acuerdo paritario.