La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una recomendación en la que desaconsejó el uso de edulcorantes, y alegó que el consumo prolongado en el tiempo no es eficaz para bajar de peso y, por el contrario, podría aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos.

En una nueva directriz publicada hoy en su página web, la agencia internacional indicó que, en general, las personas deben reducir los dulces de su dieta desde edades tempranas para gozar de una mejor salud. “Reemplazar los azúcares libres (los refinados y los naturales presentes en las frutas, miel y otros) por edulcorantes no ofrece ningún beneficio a largo plazo en términos de reducción de grasa en el cuerpo en adultos o niños”, aseguró la OMS.

Entre los productos específicos que desaconsejó figuran el acesulfamo K, aspartamo, advantame, ciclamatos, neotame, sacarina, sucralosa, así como la stevia y sus derivados. De esta forma, la OMS señaló que esta nueva recomendación incluye edulcorantes sintéticos, naturales o que hayan sido modificados, “que no estén clasificados como azúcares que se encuentran en las bebidas y alimentos industriales” o que sean vendidos por separado para ser agregados por el consumidor.

“La gente necesita considerar otras maneras de reducir el consumo de azúcares libres, como consumir alimentos que naturalmente contienen azúcares, como las frutas o alimentos y bebidas que no sean dulces”, indicó el director de nutrición y seguridad de los alimentos de la agencia global, Francesco Branca. Esta recomendación se aplica a toda las personas, excepto a aquellos con diabetes preexistente, precisó.

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No obstante, una lectura lineal de la normativa, también puede llegar a ser errónea o confusa, ya que la recomendación no expresa que un componente específico de los edulcorantes es lo que puede generar el deterioro en la salud y el desarrollo de patologías, y tampoco considera la importancia del consumo total de calorías en una comida.

En esa línea, el médico especialista Gabriel Lijteroff, jefe de Diabetología del Hospital Santamarina y Referente de PRODIABA en Esteban Echeverría, expresó a DIB que en las conductas alimentarias de cuidado “es importante considerar las calorías totales de lo que se consume” y advirtió que “se debe tener mucho cuidado con el diseño de los trabajos y luego la validez de las conclusiones por determinados sesgos”.

Lijteroff dijo “si se compara solamente el uso de edulcorantes versus consumo de azúcar, por ejemplo, en las gaseosas, se puede arribar a conclusiones erróneas” ya que “es muy habitual, en la vida real, que personas que comen exceso de calorías en grasas e hidratos de carbono y tienen sobrepeso u obesidad acompañen sus comidas con bebidas con edulcorantes, sin tener en cuenta la ingesta excesiva de harinas y otros alimentos ultra-procesados, que tienen  efectos deletéreos para la salud cardiovascular, mientras que otras personas delgadas, que hacen actividad física en forma regular, comen equilibradamente y se permiten cada tanto una gaseosa común”.

El médico sintetizó que “una encuesta que se limita a si se consumen o no edulcorantes, sin tener en cuenta, la cantidad de calorías y/o azúcares totales que se ingieren, lleva a conclusiones erróneas”.

No obstante, hizo hincapié en que “el sobrepeso, la obesidad, el sedentarismo, aumentan la diabetes y la enfermedad cardiovascular” y puntualizó que “también sabemos que una cucharada de azúcar tiene 16 calorías versus casi cero de un sobre de edulcorante”.