El proyecto de presupuesto que el Gobierno diseñó a fines del año pasado para 2017 preveía una fuerte caída de la inflación al 17% anual. Pero los vaivenes económicos tomaron por otro camino, la escalada de precios no se detuvo y el año cerrará alrededor del 24%, apenas tres puntos por debajo de la inflación de 2015 y siete por encima del objetivo del Banco Central.
Mientras tanto, las tasas de rendimiento de Lebac concluirá en 28,75%, cuatro puntos por encima de la de diciembre de 2016 cuando era de 24,75 %.
En el último año, la política de esterilización de liquidez por parte del Central llevó el stock de Lebac de $663.000 millones de diciembre de 2016 a $1,16 billones al pasado 18 de diciembre, según datos oficiales del BCRA.
En este lapso, $250.000 millones fueron emitidos por el ente monetario para adquirir u$s15.000 millones que pasaron a engrosar sus reservas, hoy en u$s55.000 millones frente a los u$s37.000 millones de un año atrás.
Otros $130.000 millones se emitieron en concepto de transferencias al Tesoro, de acuerdo con el plan elaborado por el Central, en tanto que $162.000 millones se pagaron en concepto de intereses por Lebac, hasta noviembre.
El Presupuesto 2018 que fue aprobado por Diputados en la última sesión del año, prevé reducir la inflación para que se ubique en un 15,7% interanual, un dólar estimado en $19, un aumento del consumo de 3,3% y un aumento de obras de infraestructura en un 17%.
«Los aumentos de tarifas en 2018 “volverán a impulsar la inflación por encima de la meta oficial”
Una importante prueba de la política antiinflacionaria será la negociación salarial que se inicia en enero con el convenio de los bancarios, en el convencimiento de los economistas de que un aumento promedio del 15% para todo 2018 debería ser el tope para dar viabilidad a la política monetaria en curso.
Además, según la consultora Ecolatina los aumentos de tarifas en 2018 “volverán a impulsar la inflación por encima de la meta oficial” fijada por el Banco Central. Este año, los aumentos en las tarifas de gas, luz y agua, y las subas en combustibles, prepagas y telefonía, entre otros servicios, fueron determinantes en el incumplimiento de la meta inflacionaria.
Para Ecolatina, “el cumplimiento de la meta de inflación genera reputación y credibilidad para el BCRA, facilitando que se sigan cumpliendo las metas y se baje más y más rápido la inflación en el futuro”. En cambio, aseguró que “el incumplimiento mina la reputación, saca credibilidad y sólo termina generando más inflación”.
En este sentido, la consultora plantea que “si el público no le cree al Banco Central y no baja sus expectativas” inflacionarias entonces “la inflación terminará no bajando y reduciéndose menos de lo previsto, lo que termina en un nuevo incumplimiento”.