Luego de seis años, la causa Ciccone llegará a su fin. Hoy por la mañana, la Justicia resolverá la acusación en contra del ex vicepresidente, Amado Boudou, por la supuesta participación en la compra de la imprenta Ciccone Calcográfica. Además de Boudou, se encuentran procesados su socio, José María Núñez Carmona, y su presunto testaferro, Alejandro Vandenbroele.
El Tribunal de Comodoro Py definirá alrededor de las 15 las condenas solicitadas por la Fiscalía y las querellas. Mientras que la Fiscalía solicitó cinco años y medio de cárcel, la Unidad de Información Financiera (UFI) pidió una pena de seis años de prisión y su inmediata detención.
Si aceptaran el pedido de la Fiscalía
de 5 años y medio de prisión, Boudou
quedaría detenido, aunque no se sabe si
inmediatamente tras el fallo.
Si bien la resolución se esperaba para antes de la feria judicial, el dirigente kirchnerista logró retrasarla a partir de una recusación hecha a Bertuzzi, presidente del Tirbunal Oral Federal 4, por supuesta parcialidad.
El caso Ciccone comenzó en 2012 y fue la primera causa judicial de relevancia contra un funcionario durante el segundo mandato de la ex presidenta, Cristina Fernández. A Boudou se lo acusa de interceder en la Afip para evitar la quiebra de la imprenta y, posteriormente, haber hecho ingresar como testaferro a Vandenbroele, dueño de The Old Fund.
Si bien el político siempre negó esta conexión, Vandenbroele afirmó meses atrás, en su declaración como imputado protegido, que efectivamente participaron de la compra tanto Boudou como Núñez Carmona. Además, mencionó al ex titular de la Afip, Ricardo Echegaray, en su rol para levantar la quiebra de la imprenta.