La Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires envío a todos los municipios bonaerenses un modelo de ordenanza “para la prohibición de la fabricación, comercialización, almacenamiento, transporte y uso de artículos de pirotecnia”, con el fin de que los distritos se adhieran a la decisión de evitar el uso de fuegos artificiales.

“Es necesario atacar la problemática de los efectos adversos de los fuegos de artificios desde un abordaje local, con el fin de garantizar la integridad física de las personas, la seguridad de sus bienes, del medio ambiente y de los animales domésticos”, dice la nota difundida por el Defensor del Pueblo, Guido Lorenzino.

Actualmente, apenas el 10 por ciento de los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires cuenta con una norma que prohíbe la pirotecnia, para el bienestar de personas y animales.

Entre los distritos que se oponen al uso de fuegos de artificios figuran Junín, Chascomús, Lezama, Florencio Varela, General Alvarado, Bahía Blanca, Coronel Rosales, Coronel Pringles, Avellaneda, Bragado, Berazategui, Salliqueló, Rivadavia, San Pedro, Ramallo, Olavarría, Mar del Plata, Pinamar, Chivilcoy y Berisso.

“Esta postura es la respuesta a los severos daños a la salud pública que produce la utilización de la pirotecnia y la escasa incidencia de normas que prohíban esta práctica en la Provincia, donde sólo el 10% de los municipios cuentan con ordenanzas en ese sentido”, dijo en la misiva el defensor.

Agregó que esta recomendación enviada a los municipios, «es una expresión de voluntad para generar acuerdos que posibiliten hacer frente a los inconvenientes ligados al uso de la pirotecnia, para fomentar políticas públicas que impriman un cambio cultural que sirva para revertir los efectos nocivos que provoca en las personas, la vida, el medio ambiente y los animales”.

Una encuesta hecha por el área de la Defensoría a cargo de Walter Martello, reportó que el 57% de los consultados cree que la pirotecnia debería estar prohibida. Los encuestados respondieron en un 78% no utilizar cohetería, en tanto el 70% declaró que toma recaudos para que sus mascotas no sufran temor.

A fines de septiembre, los senadores bonaerenses aprobaron un proyecto elaborado por el Norberto García que busca prohibir en todo el territorio provincial la tenencia, fabricación, comercialización, depósito, circulación y venta al público, mayorista o minorista, así como la manipulación y uso particular de todo elemento de pirotecnia y cohetería. Ahora deberá debatirse en Diputados para lograr convertirse en ley.

Campaña «Fiestas sin Pirotecnia»

Además, con el objetivo de concientizar sobre los peligros del uso de la pirotecnia, los riesgos para la salud de las personas que sufren alguna discapacidad y los efectos que genera en los animales, la Defensoría del Pueblo lanzó la campaña “Fiestas sin pirotecnia”.

La iniciativa se enmarca en una encuesta realizada en distintos puntos de la Provincia por la Adjuntía General de la Defensoría, a cargo de Walter Martello, que marca que el 57% de los consultados cree que la pirotecnia debe estar prohibida, dentro de un escenario en el que el 78% no la utiliza y que el 69% toma recaudos para sus mascotas.

Puntualmente, la prohibición es la respuesta directa a los problemas que sufren las personas por el uso de pirotecnia, quienes tienen que ser atendidas de emergencia en los hospitales por mutilaciones, fracturas y luxaciones, heridas, lesiones oculares con perforación y penetración de cuerpos extraños, hipoacusia por perforación del tímpano y quemaduras de diversa consideración. El 65% de los lesionados son niños.

Este panorama se agrava al analizar lo que sucede con los bebés, los ancianos y las personas convalecientes, que soportan con incomodidad y malestar el ruido ensordecedor y la contaminación acústica provocada por estos artefactos.

También las personas con discapacidad e hipersensibilidad sensorial, como es el caso de los autistas, sufren las consecuencias de la pirotecnia: miedo, estrés, palpitaciones, taquicardia, infartos, afectación del sistema inmunitario y, en caso de enfermedad, empeoramiento de la salud del paciente.

En el caso de los animales, la pirotecnia también genera distintos efectos, de diferente intensidad y gravedad. Los animales domésticos suelen sentir temor y al huir pueden ser víctimas de accidentes o extraviarse, así como correr detrás de los explosivos por simple curiosidad pudiendo ingerirlos, perder la vista o lesionarse.