El exministro de Planificación, Julio De Vido, podría afrontar otro juicio oral y público, en este caso, en la causa de las coimas pagadas por Odebrecht, la constructora brasilera. El exfuncionario está procesado por haber beneficiado con obras públicas al gigante brasilero que llegó a pagar sobornos de hasta USD 35 millones en el periodo K.
La decisión la tomó el fiscal Federico Delgado e incluyó en la medida a los también procesados exsecretario de Energía Daniel Cameron y los exsubsecretarios Bautista Marche Marcheschi (Energía Eléctrica) y Cristina Folgar (Combustibles), quienes, según el fiscal, habrían intervenido en las negociaciones «en aras de beneficiar los intereses particulares de la Constructora Odebrecht SA, empresa que resultó adjudicataria de los contratos de prestación de servicios requeridos para la ejecución de la mencionada obra pública».
Para la justicia no había «margen de duda»
respecto del «rol esencial que tenía el ministro
De Vido en relación a los procedimientos
irregulares investigados»
En su dictamen, Delgado planteó que «durante el proceso de proyección, aprobación y contratación de la obra pública Ampliación Gasoductos TGN y TGS obras 2006-2008, financiado en el marco del plan Fideicomiso gas, existió un desvío de la voluntad negocial por parte de los funcionarios que representaron a la administración pública«.
El fiscal también acusó a De Vido de «facilitar y posibilitar la actuación espuria de otros funcionarios, quienes dictaron diferentes notas, orientadas a crear un beneficio indebido para la constructora Odebrecht», en el marco de la adjudicación de contratos para la ampliación de los gasoductos Norte y Sur entre 2006 y 2008.
Esta decisión ratificá las palabras del juez Daniel Rafecas, quien, al momento de procesar a los exfuncionarios, afirmó que no había «margen de duda» respecto del «rol esencial que tenía el ministro De Vido en relación a los procedimientos irregulares investigados».» Es posible afirmar que De Vido no pudo carecer de conocimiento -cuanto menos, de los trazos más gruesos-, respecto del modo y la vía por la que la Constructora Norberto Odebrecht ingresó al desarrollo de las obras de infraestructura», indicó el magistrado.
Para Rafecas «todo el proceso licitatorio habría estado enderezado desde un principio a la adjudicación del negocio a Odebrecht». El juez además dio por probado que hubo negociaciones incompatibles.