Una decena de cohetes han impactado en las últimas horas en las bases aéreas de Al Asad y Erbil en Irak, que albergan a tropas estadounidenses, en una posible represalia de Irán por el asesinato del general Qasem Soleimani, informaron medios de EE UU.

El presidente estadounidense, Donald Trump, fue informado del ataque y se mantiene en contacto con su equipo de seguridad nacional, de acuerdo con la Casa Blanca, mientras que medios estatales iraníes atribuyeron la agresión a los Guardianes de la Revolución de Irán.

Por su parte, el Pentágono confirmó que más de una decena de misiles balísticos impactaron en las últimas horas en dos bases aéreas que albergan tropas estadounidenses en Irak, y aseguró que está claro que los cohetes «se lanzaron desde Irán».

El ataque, del que se desconocen los efectos personales y materiales, se produce apenas 24 horas después de que Estados Unidos informara “por error” de su intención de retirar las tropas del territorio iraquí a través de una carta que, posteriormente, fue rectificada.
El ataque, del que se desconocen los efectos personales y materiales, se produce apenas 24 horas después de que Estados Unidos informara “por error” de su intención de retirar las tropas del territorio iraquí a través de una carta que, posteriormente, fue rectificada.

 

La operación llega además tras el asesinato del alto general iraní Qasem Soleimani, en lo que se interpreta como la venganza de Teherán después de lo ocurrido el pasado viernes en el atentado que acabó con la vida del líder iraní.

La base aérea de Assad se encuentra en la provincia occidental de Anbar en Irak. Fue utilizado por primera vez por las fuerzas estadounidenses después de la invasión liderada por Estados Unidos en 2003 que derrocó al dictador Saddam Hussein. Más tarde, tropas estadounidenses se instalaron allí en medio de la lucha contra el grupo del Estado Islámico en Irak y Siria.