Una adolescente de la localidad correntina de Alvear otorgó en adopción a una hija antes de nacer, luego de que una jueza autorizara el trámite e iniciara una demanda contra su padrastro por haber cometido reiterados abusos sexuales en su contra. La criatura tiene 18 días y ya se encuentra con su nueva familia.

La jueza de Familia de la ciudad correntina de Paso de los Libres, Marta Legarreta, en un fallo de cinco páginas, decidió otorgar a una pareja, con carácter cautelar, urgente y condicionada a la ratificación del consentimiento materno en un plazo de 45 días, el cuidado personal provisorio de una niña nacida un día después del fallo, que data del 12 de julio pasado.

 

La adolescente le relató a la jueza el calvario en el que vivía
desde los 13; su padrastro la violaba, golpeaba, amenazaba
y hasta la había dejado embarazada de su primer hijo.

 

El matrimonio que obtuvo la tenencia provisoria es de Paso de los Libres y logró la autorización de la magistrada de retirarse con la niña recién nacida del hospital San José de esa localidad, luego de que la joven de 18 años -que inició el trámite de entrega para adopción prenatal- expusiera su voluntad en el juzgado.

El 27 de marzo pasado, la adolescente de 17 años le reveló con dolor y angustia a la jueza Legarreta que no quería ser nuevamente madre “a la fuerza”. La chica se presentó junto a su tía y le relató el calvario en el que vivía desde los 13; su padrastro la violaba, golpeaba, amenazaba y hasta la había dejado embarazada de su primer hijo.

La madre de la chica conocía la situación, pero nunca intervino. Tras enterarse que sería mamá de nuevo, se escapó hasta la casa de su tía, en Yaguarí. Ambas determinaron así acudir hasta la Justicia para obtener una solución.

El matrimonio que obtuvo la tenencia provisoria
es de Paso de los Libres y logró la autorización
de la magistrada de retirarse con la niña recién
nacida del hospital

En un primer momento, la joven le pidió a Legarreta una autorización para acceder a realizarse un aborto. La magistrada le explicó que no era necesario debido a que nivel nacional existe un protocolo que autoriza a interrumpir el embarazo y le entregó un certificado en el reflejaba que contaba con ese derecho.

Al acudir al centro de salud, la adolescente conoció que estaba de 23 o 24 semanas de gestación. Fue allí cuando los médicos le explicaron los riesgos de realizar un legrado y ella optó por renunciar de someterse a uno. Decidió volver al Juzgado para dar en adopción a la criatura.

Tras el pedido de la joven, la jueza comenzó a estudiar la situación. Si bien en la Argentina no hay una legislación para estos casos, finalmente se inició el proceso para encontrar una familia a la beba. El fallo fue firmado el 12 de julio; al día siguiente nació la pequeña y su historia marcó un antes y un después.