Una nena de 11 años, que había desparecido de su domicilio, fue encontrada sin vida. La menor fue hallada en el baño de una vivienda ubicada frente a la casa de la familia. Estaba amordazada, atada en una bañera y habría sido estrangulada.
Carlos Varela, el cuidador de la finca, ubicada en el barrio Ricardo Rojas, quien había advertido que no había visto a la joven, quedó aprehendido.
Por indicaciones de vecinos la policía ingresó a una casa de calle Arias 1559 y hallaron el cuerpo sin vida de la menor. En el lugar se detuvo a un hombre de unos 40 años identificado como Carlos Varela quien fue trasladado a una dependencia policial de la zona, según señalaron fuentes policiales.
El hecho generó una gran conmoción en la ciudad y en momentos en que se procedió a la detención del cuidador, principal sospechoso, los vecinos comenzaron a arrojar todo tipo de proyectiles hacia los uniformados.
Los vecinos llegaron hasta un móvil policial de la UPPL Junín, al que prendieron fuego, cuyos efectivos se encontraban en la custodia y resguardo físico del detenido y del lugar del hecho, según consignó el diario Democracia.
De esta manera acudieron refuerzos del Comando Patrullas, Policía Local, GAD Junín y de Pergamino, comisarias jurisdiccionales, Infantería y Vial.
Los grupos debieron utilizar cartuchería de estruendo, para detener el avance de los vecinos conmocionados, para realizar el traslado del detenido del lugar.
Perfil del presunto asesino
El único detenido por el caso del brutal asesinato de Camila Borda es Carlos Varela, quien se desempeñaba como sereno en la casa de una quinta de la calle Arias 1559, ubicada muy cerca de donde vivía la nena.
El hombre, que fue apresado tras haber encontrado en esa vivienda a la víctima, es soltero y tiene 40 años. El fiscal de la causa, Sergio Terrón, sostuvo que “algunas versiones nos dicen que este hombre vendría de La Plata, pero que tendría arraigo y estaría con familiares en Junín”. El detenido no confesó ser el asesino, pero tampoco lo negó. Sólo permaneció en silencio.
