La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, admitió en las últimas horas que el organismo multilateral «está replanteando las recomendaciones de políticas para mercados emergentes».

En una nota de opinión publicada hoy en el Financial Times, Georgieva indicó «que estamos replanteando y actualizando nuestros consejos a los países miembro. Nuestro objetivo es de proveer una recomendación específica para cada país de un apropiado mix de políticas necesarias para preservar el crecimiento y la estabilidad financiera».

«Nuestro nuevo esquema de políticas integradas reevaluará los costos y los beneficios de cuatro herramientas: de política monetaria, políticas macroprudencuales, intervenciones en el tipo de cambio y medidas de flujos de capitales», enumeró.

Giorgieva admitió que «el esquema vigente está plantado en un pensamiento más convencional», como por ejemplo «usar la tasa de tipo de cambio como un absorbedor de los shocks», esto es, dejando flotar el tipo de cambio ante una eventual crisis cambiaria.

«Este enfoque no toma en cuenta en las características propias de mercados emergentes que alteran las respuesta de sus economías a flujos externos y llamarían a una prescripción de políticas diferente», expresó Georgieva, como un adelanto del nuevo enfoque y a la luz de la experiencia de los programas recientes que mantuvo el Fondo con los países emergentes, entre ellos la Argentina.

Las opiniones de la número uno del fondo no están dedicadas al caso argentino -de hecho ni siquiera menciona a la Argentina- pero resuenan en debates económicos locales. Más aún, desde que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se quejara porque durante el Gobierno de Mauricio Macri no se intervino en el mercado cambiario, lo que supuso “hacer frente a una salida considerable o continua de capital”, algo que el estatuto del FMI dice querer evitar.