La durísima derrota en Córdoba dejó esquirlas en el equipo de campaña de Cambiemos. Pese a ratificar la estrategia durante un encuentro de mesa chica, Elisa Carrió no ocultó su malestar, primero durante su discurso tras los comicios en donde apuntó directamente contra el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y luego ayer cuando condenó a «los que se borraron» al no apoyar al jefe de la bancada oficialista en la Cámara baja.

Carrió dijo que hizo campaña por Negri «a pesar de que sabíamos que perdíamos» y defendió «la política clásica y humanista» de «estar junto al más débil», contra «la política pos-moderna, mentirosa, falaz y pegada sólo al éxito». «Cambiemos no apoyó a Cambiemos», dijo a través de una serie mensajes de audio que publicó en Twitter, acompañados con la leyenda «Las elecciones de Córdoba y la República. La única política que vale es la del humanismo».

Carrió puntualizó que Cambiemos llegó dividido a Córdoba producto «del aparato del Estado, la evidente corrupción de la intendencia de Córdoba y la falta de estrategia de Cambiemos nacional» que, aseguró, «es una constante». «Yo apoyé al hombre que apoyó a Cambiemos (en referencia Negri) y al mejor presidente del bloque, al que muchos abandonaron en el momento de esa lucha», aseguró y remarcó que «la vida es lucha y adversidad, y no compartir el éxito y alejarse en la derrota», lo que calificó de un acto «inhumano» y «servil». «Que terrible es que en las derrotas se borren todos», se lamentó, y llamó a que «el gobierno nacional no se sienta prescindente».

Por su parte, el Jefe de Gabinete, Marcos Peña replicó, también por Twitter: «Creemos en una política humanista, transformadora de la realidad, transparente y al servicio de los ciudadanos». Según dijo, «ese fue siempre el mandato y el espíritu de Cambiemos. Seguiremos trabajando para lograrlo en cada lugar del país. Con aciertos y errores, pero siempre buscando cuidar a las mujeres y hombres que nos representan en cada elección».

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