El presidente Alberto Fernández se quejó esta mañana de las reformas edilicias de la Casa Rosada que se iniciaron durante la administración de Mauricio Macri: «Dejaron un desastre».
Fernández, marcando su impronta, ingresó esta mañana por el salón de los Bustos a la Casa Rosada, como lo hace habitualmente, y se dirigió hacia el sector de Balcarce 50 donde hace unos días personal de seguridad de ingreso a la sede gubernamental se desempeñaba debajo de gigantescos andamios.
Una de las columnas aledañas al sector de la histórica puerta de ingreso fue, entre otros, el centro de atención del Jefe de Estado, tras observar un inmenso obrador emplazado en medio de lo que fue durante el gobierno de la expresidenta Cristina Kirchner la Galería de los Patriotas del Bicentenario.
Allí, en el primer piso, estaban los cuadros de los expresidentes de Argentina, Néstor Kirchner y de Venezuela, Hugo Chávez, los que fueron retirados por orden de Macri.
En el centro de dicho espacio se hicieron excavaciones, donde se proyecta instalar un ascensor que comunicaría la Casa Rosada con el Museo ubicado en el subsuelo, de lo que en sus orígenes fue la Aduana de Buenos Aires.
Fernández se ocupó personalmente de ir a ver la obra acompañado por el arquitecto que en su momento estuvo bajo las directivas del exsecretario general de la presidencia, Fernando de Andreis.