La corte suprema de Brasil evaluará a partir del 4 de mayo si hubo irregularidades del juez Sérgio Moro en la detención del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en el marco de una escalada de tensiones entre el magistrado de la Operación Lava Jato y el máximo tribunal del país en torno a las causas judiciales del líder de la oposición. De esta manera, los miles de seguidores de Lula aguardan por una buena noticia.
En caso de que la sala II del Supremo Tribunal Federal de Brasil entienda que Moro no respetó los plazos procesales para detener a Lula, el ex presidente puede dejar la prisión, a la que entró el 7 de abril pasado, condenado a 12 años y un mes por corrupción. Esto ocurre en medio de una batalla jurídica, con alto voltaje político, que traban parte de la corte y el juez y los fiscales de la Operación Lava Jato con sede en Curitiba, capital del estado de Paraná.
La votación será electrónica no presencial y quedó a cargo de la Sala II del Supremo Tribunal Federal, la misma que le quitó al juez Moro las delaciones de ex ejecutivos de Odebrecht sobre Lula y los remitió a la justicia de San Pablo, alegando jurisdicción. A partir de las 18 horas del 4 de mayo será abierto un plazo de una semana hasta las 24 del día 10 de mayo, cuando el resultado deber ser divulgado.
La Corte evaluará si Moro no respetó los plazos legales
durante el proceso que terminó
con la detención de Lula da SIlva.
La sala II de la corte tiene 4 de sus 5 miembros a favor de la posición de Lula, de que no puede estar en prisión porque no se agotaron todos los recursos. El caso específico que será tratado es si el juez Moro cometió irregularidades al anticipar el pedido de detención de Lula sin que el Tribunal Regional de Porto Alegre pudiera expedirse sobre un recurso de queja para cerrar la segunda instancia del proceso.
El tribunal, una cámara de apelaciones, confirmó luego la sentencia de Moro y amplió la pena por corrupción contra Lula para 12 años y un mes de prisión. El ex mandatario lidera las encuestas para las presidenciales de octubre y está detenido desde el 7 de abril en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba, capital del estado de Paraná, fronterizo con Misiones.
Pero la puja política entre los diversos niveles de la justicia también tuvo a Lula de protagonista: el martes, la corte le quitó la delación de Odebrecht a Moro porque entendió que no tenía vinculaciones con el Petrolao, el escándalo madre de corrupción en la empresa Petrobras. Es decir, la propia corte partió en dos una investigación que tiene Moro: la acusación según la cual Odebrecht y la empresa OAS pagaron reformas en una quinta.
La quinta era usada por Lula todos los fines de semana cuando terminó su Presidencia y es propiedad de dos de sus amigos, pero la fiscalía entiende que se hicieron reformas pagadas por las empresas involucradas en el Petrolao. Ese desmembramiento, interpretado por especialistas como el primer revés fuerte que recibe Moro desde que en 2014 se inició la Operación Lava Jato, que posee poderes extraordinarios de competencia y juridisdicción.
Pese a su detención y encarcelamiento,
Lula sigue siendo el candidato con mejor intención
de voto para las próximas elecciones.
En ese sentido, muchos abogados entienden que al sacarle a Moro los casos que no tienen vinculación con el Petrolao la condena que está cumpliendo Lula puede ser anulada. Esto porque el propio Moro en su sentencia contra Lula dijo que no había nexos entre los desvíos de Petrobras y el departamento en el balneario de Guarujá atribuido a Lula como soborno de la empresa OAS.
«Hay elementos que pueden anular varias causas, incluso condenas. Se genera dudas sobre la competencia del juez de Curitiba y muchos otros casos deberían salir de la órbita de la Lava Jato», dijo el profesor Joao Paulo Martinelli, del Instituto de Derecho Público de Sao Paulo. «Hace mucho esperábamos esta decisión contra la creación de una figura de un juez nacional «, dijo el abogado Antonio de Almeida Castro, defensor de involucrados en el Petrolao.
Con la decisión del tribunal máximo, la defensa de Lula y los fiscales acudieron a Moro. Los fiscales pidieron que no se declare incompetente en el caso de la quinta en Atibaia mientras que la defensa de Lula planteó que se excusara del caso. En un dictamen, Moro desafió al Supremo Tribunal Federal y ratificó que no enviará el expediente de la causa hasta que esa corte se lo pida por escrito.
El Supremo Tribunal Federal decidió que las delaciones de Odebrecht sobre Lula Da Silva no se deben instruir en en juzgado de Moro, en Curitiba, porque no tienen vinculación con el escándalo de Petrobras, pero Moro alegó que «no hay una orden escrita» para enviar el expediente a otro estado, al rechazar la petición de la defensa del líder del Partido de los Trabajadores.
El diario Folha de Sao Paulo entendió que esta medida es una forma de Moro de «ganar tiempo» en la puja por quien evalúa las delaciones de Odebrecht respecto del caso de la quinta en Atibaia. El magistrado dijo que no necesita para juzgar a Lula de la delación de Odebrecht «ya que existen otras pruebas recogidas». Los fiscales de la Operación Lava Jato fustigaron a la Corte por remitir la delación de Odebrecht a un juez competente en el lugar del supuesto delito.