Desde el exilio en México, Evo Morales apoyó el proyecto de ley que fue aprobado anoche por la Asamblea Legislativa en Bolivia para convocar a nuevas elecciones y que prohíbe su candidatura y la de su vicepresidente, Álvaro García Linera. Además, dijo que «sería un orgullo y un honor» asistir a la asunción de Alberto Fernández el próximo 10 de diciembre.
En una entrevista con el diario Página/12, que se publica hoy, el presidente derrocado afirmó que «el Movimiento al Socialismo representa los dos tercios de los senadores y de los diputados. Vamos a hacer todo lo posible por la unidad. Y por la pacificación renuncio a mi candidatura».
Además, agrega que «voy a hacer todo lo posible por pacificar Bolivia. Renuncio a la candidatura aunque yo estaba habilitado para presentarme como candidato a Presidente. No estoy haciendo un reclamo. Digo que renuncio para que no haya más muertos, ni más agresiones«.
En ese sentido, el exmandatario boliviano denunció que «¿Sabe por qué renunciamos el domingo 10 a la tarde con el hermano García Linera? Porque agarraron a mis hermanos dirigentes, militantes, gobernadores de los departamentos, alcaldes y les dijeron que quemarían sus casas si yo no renunciaba a mi cargo. Al hermano del presidente de la Cámara de Diputados le dijeron: ‘Si tu hermano no renuncia, te vamos a quemar en la plaza’. Incendiaron la casa de mi hermana en Oruro. Del racismo al fascismo y del fascismo al golpismo«.
«Eso es lo que pasó en Bolivia. Por este motivo busco la unidad y la pacificación. Así se lo dije a nuestras bancadas. Les anuncié que por esta vez renunciaríamos Álvaro y yo a las candidaturas a la presidencia y la vicepresidencia», insistió.
En tanto, Morales apuntó también contra la Organización de Estados Americanos (OEA) y explicó que su pedido de una comisión de la verdad internacional, para determinar qué sucedió en las elecciones del 20 de octubre no busca anular u obstaculizar el nuevo llamado a comicios.
«Soy sincero: ese llamado (a elecciones) ya está en camino. Pero quiero demostrar al mundo entero que la OEA se parcializó junto con grupos de poder conservadores que nunca quisieron al indio, a su patria, que estaban en contra de los programas sociales», destacó.
«Quiero que el mundo sepa que el domingo 10 de noviembre a la madrugada la OEA se sumó al golpe de Estado. Lo hizo con un supuesto informe preliminar, cuando antes había acordado con nuestro canciller que presentaría su dictamen final el miércoles 13. Yo dispongo de informes extranjeros. Demuestran que no hubo fraude. Uno de la Universidad de Michigan. Otro del Centro de Investigación Económica y Política de Washington. Ayer tuve una larga reunión con el Centro Carter», contó.
Finalmente, Morales confió en que su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) pueda participar sin problemas de las próximas elecciones a partir de un proyecto de ley de garantías constitucionales que esa fuerza presentó este fin de semana en la Asamblea Legislativa.
Sin embargo, ayer la presidenta de facto, Jeanine Áñez, adelantó que no lo promulgará porque lo considera una amnistía para Morales, García Linera y todos los miembros de su gobierno.
En Argentina
Morales dijo que «sería un orgullo y un honor» poder asistir a la asunción del presidente electo Alberto Fernández el próximo 10 de diciembre en Buenos Aires, al tiempo que volvió a manifestar la posibilidad de trasladar a la Argentina el asilo político que cumple en México.
«He recibido una invitación pública. Qué lindo sería… Sería un orgullo y un honor acompañar la posesión del mando. Vamos a consultar a los compañeros», respondió Morales en una entrevista con Página/12, que se publica hoy, al ser consultado si viajaría para participar de la jura del nuevo gobierno argentino.
En ese marco, añadió: «Además, la Argentina está más cerca de Bolivia y podría agradecerle otra vez la gran solidaridad al hermano Alberto Fernández. Fue uno de los que me salvó la vida, y salvó la vida de Álvaro (García Linera, ex vicepresidente) y del equipo que me acompañaba el domingo 10 de noviembre y el lunes 11. Tengo cariño, respeto y admiración por él».
En tanto, el ex mandatario boliviano volvió a dejar abierta la posibilidad de cambiar el asilo mexicano por un asilo argentino: «No lo descarto. Quiero estar más cerca de Bolivia», reiteró.
«El hermano y la hermana Fernández siempre me cooperaron. Nunca me abandonaron. Tengo muchos buenos recuerdos de cuando la hermana Cristina era presidenta», destacó.