Un fuerte escándalo se desató en las últimas horas en Brasil tras la publicación de conversaciones privadas entre agentes públicos que participaron en la operación Lava Jato en Brasil, que pone en duda la imparcialidad de la investigación, la cual condujo a prisión al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Según The Intercept, medio que publica las escuchas, se muestra que Moro sugirió al fiscal Dallagnol cambiar el orden de las fases de la operación Lava Jato, dio consejos y pistas a los fiscales encargados del caso, lo que está prohibido por ley.
As revelações do @TheInterceptBr deixam explícitas as relações ilegais e espúrias entre o Juiz Sérgio Moro e os Procuradores da Lava Jato com destaque p/ Deltan Dalagnol. Uma fraude jurídica construída p/ condenar Lula sem crime e sem provas e impedir sua eleição para Presidente
— Dilma Rousseff (@dilmabr) June 9, 2019
Además, en otras conversaciones, fiscales del grupo que investigaba la Lava Jato en Curitiba, discuten formas de frenar una entrevista que Lula, en prisión desde abril de 2018, había concedido al diario Folha de Sao Paulo porque podría beneficiar al Partido de los Trabajadores (PT) en las elecciones del pasado octubre.
Según el informe, «una vez que Bolsonaro fue elegido presidente, rápidamente le ofreció a Moro, cuya decisión de corrupción había resultado en el bloqueo de la candidatura de Lula, una posición recientemente creada y sin precedentes poderosa como lo que ahora se conoce como el “ministro de supercuyuza”, diseñada para reflejar los poderes masivos conferidos a Moro (…) Que el mismo juez que encontró a Lula culpable fue recompensado por el vencedor oponente de Lula, hizo que incluso los partidarios de la investigación de corrupción de Lava Jato se sintieran incómodos, debido a la percepción obvia (real o no) de un quid pro quo»