La decisión se conoció al término de una reunión que mantuvo el board para analizar la evolución de las principales variables económicas del país y los resultados del programa de ajuste que se comprometió a implementar el Gobierno nacional para equilibrar las cuentas públicas.

«Las políticas de las autoridades que sustentan el acuerdo respaldado por el FMI están dando fruto. El elevado déficit fiscal y en cuenta corriente -dos grandes vulnerabilidades que condujeron a la crisis financiera el año pasado- están disminuyendo. La actividad económica se contrajo en 2018, pero hay indicios de que la recesión ha tocado fondo, y se espera una recuperación gradual en los próximos trimestres. Sin embargo, la inflación sigue siendo elevada; las expectativas inflacionarias están aumentando y la inercia inflacionaria resulta difícil de quebrar», analizó la directora gerente del Fondo, la francesa Christine Lagarde.

El organismo multilateral de crédito consideró a través de un comunicado que «el gobierno argentino dio muestra de su determinación de asegurar que la relación deuda pública/PIB se encuentre en una trayectoria sostenible, reduciendo el déficit primario de 2018 por debajo de la meta fijada en el programa».