El ministerio de Trabajo que encabeza Jorge Triaca, reconoció que el empleo en Argentina enciende luces de alarma: solo en el mes de mayo se destruyeron 16.900 puestos laborales entre el sector privado y el sector público, y es la contracción más profunda desde enero de 2016.

En el país hay un total de 12.255.600 trabajadores registrados, de los cuales el 51 por ciento pertenece al sector privado, el poco menos del 26% es del sector público, 16% cuentapropistas, 3,9% trabajadores y trabajadoras de casas particulares y el 3,3 por ciento se encuentran encuadraros en el monotributo social.

Según las cifras, el trabajo se contrajo en todos los rubros durante mayo y fue el segundo mes consecutivo que mostró una baja, habiendo sido abril, sin embargo, mucho más benigno en el dato negativo: 9.200 puestos destruidos.

El panorama general, además, es malo, ya que una Encuesta de Indicadores Laborales entre 3.000 empresarios realizada por el gobierno nacional señaló que se derrumbaron las expectativas respecto de la toma de nuevos empleados en las compañías.

Ese estudio reveló que el 6,7 por ciento de los directivos de empresas consideró que en el corto plazo reducirá su planta de empleados: se trata de la mayor proyección de despidos de los últimos cuatro años.

Durante mayo los sectores más castigados por la pérdida de empleo fueron el manufacturero (3.400 empleados menos), construcción (1600 menos), servicios comunitarios, sociales y personales (1.200 menos), hoteles y restaurantes (800 menos), servicios sociales y salud (700) y comercio y reparaciones (700).

Por otra parte, los datos oficiales también evidencian el proceso de transformación experimentado en la estructura laboral. De acuerdo a las cifras difundidas ayer, 52 de cada 100 empleos registrados creados en el último año corresponden a inserciones inestables con remuneraciones por debajo de la media como monotributistas, trabajadoras de casas particulares y monotributistas sociales.

Además, la encuesta muestra que la tasa de entrada al mercado de trabajo fue de 1,6 por ciento, uno de los valores más bajos desde comienzos de siglo.