Los casos de sarampión en el mundo se cuadruplicaron durante los tres primeros meses de este año, en relación al mismo período del año pasado, advirtió la Organización Mundial de la Salud y añadió que en África el aumento fue de 700%.
La OMS estima que menos de un caso de cada 10 es señalado en el mundo.
Los casos de sarampión en el mundo se cuadruplicaron durante los tres primeros meses de 2019, indicó la Organización Mundial de la Salud. 🏥 pic.twitter.com/D76gKNtus0
— MVS Noticias (@MVSNoticias) April 16, 2019
África es la región más afectada por el aumento de casos, con un incremento de 700% en los tres primeros meses del año, seguida de Europa (+300%), el Mediterráneo oriental (+100%), América (+60%) y la región del sudeste de Asia/Pacífico occidental (+40%).
El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas del mundo para la que no existe tratamiento curativo, pero sí que puede ser prevenida con dos dosis de vacuna «segura y eficaz», según la OMS.
Esta enfermedad está resurgiendo en los países ricos debido a una desconfianza creciente contra las vacunas, y en los países pobres, por falta de acceso al tratamiento.
Los «antivacuna» se basan en una publicación de 1998 que vincula este tratamiento con el autismo, a pesar que de se ha comprobado que su autor, el británico Andrew Wakefield, había falseado los resultados, y que múltiples estudios han demostrado que esta vacuna no aumenta el riesgo del autismo.
Según la OMS, los casos de sarampión se han disparado en República Democrática del Congo, Etiopía, Georgia, Kazajistán, Kirguistán, Madagascar, Birmania, Filipinas, Sudán, Tailandia y Ucrania, donde ha causado «numerosas muertes, principalmente entre los niños de menor edad».
«En estos últimos meses, el número de casos alcanzó también picos en países donde la cobertura de vacunación global es elevada, especialmente en Estados Unidos, Israel, Tailandia y Túnez, ya que la enfermedad se propagó entre grupos de personas no vacunadas», explica el organismo.
En 2017, se registraron 110.000 muertes atribuidas al sarampión, según la OMS.
La enfermedad se manifiesta por una fiebre muy alta y luego un sarpullido. Es contagiosa cuatro días antes y cuatro días después de esta erupción.
A menudo benigna, puede presentar complicaciones graves, respiratorias (infecciones pulmonares) y neurológicas (encefalitis), sobre todo en personas frágiles.