En Eslovaquia estos días son decisivos para las leyes proaborto del país, pues tres integrantes del Partido Nacional Eslovaco, reconocido por ser de línea conservadora, han presentado un proyecto de ley con el que buscan exigirle a las mujeres que van a abortar realizarse una prueba ultrasonido y escuchar los latidos del feto.
En Eslovaquia viven cerca de 5,4 millones
de personas y se practican una media de
7.500 abortos voluntarios al año.
A pesar de que en septiembre el Parlamento ya había sido enfático en rechazar cuatro proyectos de ley que pretendían prohibir o restringir el aborto, este último ya alcanzó la mayoría de los votos en su primera lectura, que fue en octubre.
Y, pese a que hasta ahora la propuesta será sometida a votación, muchos ciudadanos aseguran que tiene desde ya luz verde. Por eso varios grupos, sobre todo de mujeres proaborto, han denunciado esta medida.
Silvia Shahzad, legisladora del partido conservador Ordinary People, afirmó a la agencia AP que votará en contra de la propuesta por “tratar de cambiar las opiniones de las mujeres sobre su embarazo con este tipo de presión no es aceptable”.
Tras conocerse la noticia, varios de los grupos proaborto aseguraron que “si se adopta esta legislación, Eslovaquia sería el único estado miembro de la UE que impondría estos requisitos perjudiciales para las mujeres”.
En este país europeo el aborto es legal siempre y cuando haya sido solicitado en las primeras 12 semanas de embarazo. Para interrumpirlo después, solo se podrá si se determinan ciertas razones médicas. Pero no es le primer país en promover escuchar los latidos o ver el feto antes de abortar. En Estados Unidos, siete estados tienen disposiciones similares que obligan a las mujeres a hacerse un ultrasonido.