Cuba enfila la era post Castro bajo el dictado de la continuidad con cambios. El presidente Miguel Díaz-Canel, de 58 años, nacido después de la revolución de 1959 y a quien Raúl Castro, de 87 años, cedió el cargo en abril tras prepararlo durante años como leal sucesor, ha conformado un Consejo de Ministros que mantiene el tronco del de su mentor, pero avanza en una reforma constitucional que incluye la propiedad privada y el matrimonio igualitario.
La Asamblea cubana (parlamento unicameral) aprobó hoy el nuevo gabinete, que conserva a 20 de los 34 ministros del general. Castro permanecerá hasta 2021 como secretario general del Partido Comunista de Cuba, máxima autoridad de la isla por encima del Ejecutivo.
El parlamento abrió este sábado una sesión ordinaria que terminará el lunes y en la que los diputados votarán para que se apruebe la convocatoria de un referéndum sobre la reforma de la constitución de 1976, elaborada según modelos del bloque comunista y retocada en 1992 y 2002.
El anteproyecto de reforma, del que la prensa oficial ha avanzado un resumen, incluye el reconocimiento de la propiedad privada y abre la puerta al matrimonio homosexual. Según Granma, el periódico del Partido Comunista, en su artículo 68 el proyecto define el matrimonio como «la unión voluntaria consensuada entre dos personas, sin especificar sexo».

La novedad más sustancial en el gabinete ha sido el nombramiento de otro ministro de Economía, Alejandro Gil, hasta ahora viceministro. Desde que Raúl Castro tomó el timón en 2008 inició una morosa adaptación del sistema socialista al mercado y a la inversión extranjera que Díaz-Canel tendrá que acelerar para tratar de sacar al país de su perpetua situación de carestía y de sus casi nulos índices de crecimiento. Gil será el encargado de batir el complicado cóctel de estatalismo y liberalización.
Miembro de la nueva generación de la alta burocracia cubana, hasta ahora viceministro, el nuevo titular de Economía sustituye a un funcionario de la vieja guardia, Ricardo Cabrisas, de 81 años y que será uno de los cuatro vicepresidentes del consejo de Ministros –donde continua Ramiro Valdés, 86 años, del núcleo duro histórico–.
Cuando asumió la presidencia en abril, Díaz-Canel, un tecnócrata con reputación aperturista que desde hace dos años ha ido adoptando un discurso cada vez más rígido y conservador, dejó claro que su norte era la «continuidad», hoy concepto talismán del statu quo cubano.
En su equipo seguirán a su lado pesos pesados del aparato como el canciller y cerebro de las relaciones con EE UU Bruno Rodríguez, de 60 años, Leopoldo Cintra, de 77 años y militar del círculo más estrecho de Raúl Castro, como ministro de las Fuerzas Armadas, y el vicealmirante Julio César Gandarilla, 75 años, a cargo del poderoso Ministerio del Interior. Comercio e Inversión Extranjera y Turismo, dos carteras de especial importancia por la necesidad perentoria de Cuba de captar capital, seguirán en manos de Rodrigo Malmierca y Manuel Marrero. El gabinete tiene una media de edad de 60 años. Lo componen 26 hombres y ocho mujeres.
Fuente: El País.